He visto muchas fotografías de diversas partes de la ciudad eterna muchas veces, díria que infinidad de ellas, siempre me gustó la historia y mucho más lo que vulgarmente he llamado siempre 'ver piedras', pero nada me había preparado para sentir lo que sentí al encontarme delante de esas 'piedras'. He estado en Grecia y por tanto la sensación es parecida al ver el Partenón en directo pero una sensación especial me invadió al contemplar esos restos... La primera imagen que nos encontramos después de instalarnos en el hotel fue el Colosseo iluminado, impactante verlo la natural, majestuoso, incluso díria que elegante a pesar de sus dimensiones, tranquilo, cálido me atrevería a decir. Además sin agobios de turistas, viendolo como nos gusta, con tranquilidad, saboreándolo como si de un bombón se tratara. Con esa imagen en la cabeza empecé a soñar con los ángeles...
Hemos visitado estadios, circos, termas, villas, templos (o almenos lo que queda de ellos en muchos casos), hemos pisado mosaicos, me ha costado imaginar que allí donde yo veía una piedra algún día hubiera podido haber allí una columna que sotenía todo un techo de mármol... nos hemos quedado sin habla delante de estatuas que nos tripicaban el tamaño, hemos descubierto que aún queda algún edificio tal y como era en la antigüedad, con todos sus elementos originales y nos hemos sentido minúsculas ante su sombra. Me impresionó especialmente ver el Panteón, majestuoso a pesar de los años, un ingenio de la arquitectura con un único punto de entrada de luz pero que ilumina todo el conjunto, sin barreras que entorpezcan la visión, puedes dar una vuelta de 360º para contemplar todo el conjunto y no puedes evitar tener la boca abierta en todo momento. El foro, el palatino, las termas de Caracalla, la villa de Adriano... un immenso poder entre todas esas piedras venidas a menos pero a pesar de todo manteniendo algo del esplendor que tuvieron en su tiempo. Me he sentido una romana más paseando entre sus calle empedradas, imaginandome a los senadores en la palza debatiendo problemas cotidianos, filosofando de las cosas más etereas mientras se daban un baño o recibian un masaje... mi imaginación ha volado hasta ese tiempo y ese lugar y por unos minutos y días me he sentido parte de esa historia... En la Roma actual muchas de sus calles tienen el mismo trazado que las antiguas calzadas romanas y os puedo asegurar que su pavimento no tiene muchos años menos...
Texto y Fotos: Dsdmona
¡¡Qué envidia!! (ni sana ni ná XDDDDDDDDD)
ResponderEliminarMe alegro que lo hayáis pasado bien, se respira en tus palabras.
Es una ciudad para disfrutar tal como dices!
Preciosa crónica, esperamos la continuación.
Besos.
me parecio fabuloso tu relato de Roma, yo estoy planeando ir me podrias decir cuanto tiempo pasaste alla y cuanto dinero aproximadamente gastaste, para tener unas referencias, me seria muy util, gracias!
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