El realizador estadounidense de origen indio M. Night Shyamalan se ha convertido en uno de los abanderados del cine fantástico en Hollywood, desde que en el año 1999 saltó a la fama con El sexto sentido. Tras el éxito hace dos años de El bosque, lo nuevo del director de El protegido lleva por título La joven del agua, y es una adaptación de un cuento de hadas que el propio Shyamalan escribió hace años para sus hijos.
La película cuenta la historia de Cleveland Heep, un hombre cuya máxima ambición es desaparecer. Entretanto, se ocupa de las reparaciones en un destartalado complejo de apartamentos en Filadelfia, donde una noche encuentra a una misteriosa joven cobijada en las galerías que pasan bajo la piscina comunitaria. Tras interrogarla, Cleveland descubre que es una "narf"; una especie de ninfa surgida de un cuento de hadas para niños, embarcada en un peligroso viaje desde nuestro mundo hasta el suyo.
Protagonizan la cinta Paul Giamatti, que parece dispuesto a aprovechar el éxito de Entre copas para hacerse un hueco en Hollywood, y la prometedora Bryce Dallas Howard (Dogville), que repite con M. Night Shyamalan tras su debut en El bosque. En el resto del reparto, destaca la presencia de Bob Balaban (Truman Capote), Jeremy Howard (La mansión encantada) y Jeffrey Wright (Flores rotas).
No he visto ninguna de las películas anteriores de este director de nombre y apellido impronunciable así que iba un poco asustada por los comentarios sobre los dichos films. Si hay una cosa que no soporto del cine es pasar miedo. Me senté ya encogida en la butaca preparada para taparme la cara nada más empezar la película a pesar que uno de los protagonistas (Paul Giamatti, espectacular esa 'Entre copas') me gusta muchísimo, ¡qué equivocada estaba¡ no sólo no me asustó si no que me encantó la historia y la película en general. Pura fantasía donde el bien y el mal se entrecruzan hasta límites infinitos. Una buena recomendación si teneís un rato para dedicar al séptimo arte.