Sant Pau I


La Barcelona del siglo XIX vivía recluida dentro de las murallas con una alta densidad y una ausencia de condiciones higiénicas que afectaban también al recinto medieval del Hospital de la Santa Cruz. En 1902 y gracias a un importante legado del banquero barcelonés residente en París, Pau Gil, se empezó a construir en su actual emplazamiento 12 de los 48 pabellones modernistas proyectados por el arquitecto Lluís Domènech i Montaner, bajo el nombre de Hospital de la Santa Creu i Sant Pau.




Condicionado por un riguroso programa higienicoarquitectónico, Domènech i Montaner construyó los recintos de los pabellones en peine -unidos por una galería subterránea-. La propuesta original era construir 48 pabellones, todo y que al final sólo se construyeron 18, de los cuales 12 los construyó Domènech y son Patrimonio de la Humanidad. Cada pabellón tiene una o dos plantas sobre rasante -donde estaban las salas de hospitalización de los pacientes y las salas de reposo- más una sala subterránea para los despachos de los médicos y las salas de exploración. 
Gracias a la unión de los métodos tradicionales -vuelta de ladrillo plana o vuelta catalana- junto a las innovaciones estructurales del hierro el arquitecto creó grandes salas diáfanas, con luz natural y ventiladas.




Entre los grupos escultóricos del Hospital destacan los de la fachada del edificio de la Administración, obra de un joven Pablo Gargallo, nombre clave de la escultura de vanguardia en Europa.  Mientras que la escultura ornamental, de barandillas y capiteles, es obra de Francesc Madurell. En la obra del Hospital trabajaron diferentes artesanos de la forja (Josep Perpinyà), las cristaleras (Rigal, Granell y Cia.) y los mosaicos (Francesc Labarta y Mario Maragliano) que aportaron todo su saber e imaginación para singularizar el recinto




Este singular conjunto de edificios albergó hasta hace un par de años uno de los Hospitales más singulares del mundo pero la modernización ha llegado también hasta él y ahora, construido un nuevo edificio un poco más arriba, ha llegado la hora de la rehabilitación y el destino de nuevos usos a tan peculiares pabellones.

Hace unos días, con la primera fase de la rehabilitación terminada se dio la oportunidad de visitar por dentro los pabellones y disfrutar de todas esas maravillas escondidas al gran público. Estas fotos y las de un próximo post intentan enseñar lo que se ve pero también lo que no se ve, aquello por lo que ha merecido ser Patrimonio de la Humanidad y ser protegido como legado a nuestros sucesores.



Texto: Folletín informativo de jornada de puertas abiertas Hospital de Sant Pau, Dsdmona
Fotos: Dsdmona

2 comentarios :

  1. de las veces que he ido a barcelona nunca se me ha ocurrido perderme por ahi.

    me alegra saber que todavia tiene cosas desconocidas para mi, para la siguiente visita :-)

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  2. Anda, pues a mí me pasa igual que a Metis. Me he acordao de sus formas, de haberlo visto en la carrera. Pero tampoco lo he visto en la vida real. Así que habrá que volver a Barcelona...
    Más saluditos y más expresiones.

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