Vista del tepidarium y el caldarium (piscina pequeña con uno de los dos frigidariums al fondo)
Desde hace un par de años en el centro de Barcelona, en el barrio del Born concretamente, podemos disfrutar de una tradición milenaria.
Los baños árabes recogieron la antigua tradición de las Termas Romanas y las perfecccionaron hasta crear un ambiente único de relajación y tratamiento de la piel. El recorrido te sumerge en el agua templada del tepidarium (36ºC), la caliente del caldarium (40ºC) y finalmente, la fría del frigidarium (16ºC), además puedes disfrutar del Hamman, que no es más que un baño de vapor, y sumergirte en un baño de burbujas.
Desde Navidad teníamos pendiente la visita a este lugar de relajación y tranquilidad, pero problemas de agenda han hecho que no lo hayamos podido disfrutar hasta ahora.
Cuando reservas la entrada señalas la franja horaria que deseas así como los tratamientos complementarios a los que estás dispuesta a someterte además del circuito básico de aguas termales, en nuestro caso añadimos un masaje relajante. Al llegar el silencio es presente, te colocan unas pulseras de colores dependiendo del tratamiento, y después de ofrecerte un té buenísimo te conducen al vestuario donde dispones de taquillas para dejar la ropa y coger las zapatillas que te acompañaran todo el recorrido (aquí una como tiene los pies algo grandes tuvo que pedir unas zapatillas más grandes). Una vez en bañador (aconsejable ir sin gafas, aunque entonces necesites un lazarillo pues la iluminación se reduce a la de las velas ambientales) nos llevaron a donde están los baños, nos explicaron que era cada piscina y que durante el tiempo correspondiente nos irían avisando para hacer el masaje que habíamos contratado. Puedes circular libremente entre las piscinas y hay una zona para descansar de tanta agua con teteras y agua fresca para tomar sentada en unos mármoles, todo esto casi en el más absoluto de los silencios.
El masaje fue espectacular, casi me dormí, y salimos casi flotando antes de volver a meternos en las piscinas. Una muestra clara de lo distintas que son las personas en cuanto a su termostato interno diré que S. no soportó más de cinco segundos el caldarium y yo me quedé un buen rato y en cambio yo no pude más que poner los pies en el frigidarium y S. se hubiera quedado mucho rato si hubiera podido sentarse.
Para saber cuando debes volver a subir a los vestuarios para una ducha y acicalamiento personal van tocando una campanilla en todas las piscinas...
Es una experiencia única que creo hay que probar al menos una vez en la vida, además enclavado en un lugar muy bien restaurado.Repetiremos
Texto: Aire de Barcelona, Dsdmona