Las flores no sangran

Si alguien decidiera crear una lista de crímenes idiotas, un secuestro exprés en una isla solo figuraría después de un atraco a una comisaría o a un banco de semen, de ahí que constituya sin duda la fechoría más absurda del mundo. Y eso es precisamente lo que deciden llevar a cabo Lola, el Marqués, el Flipao y el Salvaje en un plan infalible que además es muy sencillo de ejecutar, al menos sobre el papel.

Pero Gran Canaria es una isla rodeada de agua por todas partes menos por una, que se llama Isidro Padrón, un hampón disfrazado de empresario que a su vez despacha con un ruso que no tiene nombre, y si lo tiene nadie lo dice, por lo que pueda pasar. 

Desbaratar el plan de cuatro malhechores de pacotilla entra dentro de lo factible. Para él es cosa fácil, aunque también en teoría.

Después de haber disfrutado de cuatro novelas de Alexis (La estrategia del pequinés, La última tumba, Morir despacio, El viento y la sangre) tengo una idea bastante firme de lo que encontraré en sus libros cuando lea una nueva novela. 

Hace un año os decía que Alexis estaría en la BCNegra'14, hoy os digo que vuelve a estar por estas tierras, concretamente a las 16h en el BARTS, así que no me lo perdería.

"Las flores no sangran" tiene una portada que me encanta, me trae recuerdos y es una parte intensa de la novela. Es muy importante una buena portada y ésta, para mi, está escogida con mucho tino.

Como es habitual en él los personajes son potentes, bien definidos, con sus cosas buenas y sus cosillas malas. Son personas que buscan sobrevivir más que vivir porque piensan que eso les queda muy lejos, lo hacen como mejor saben, haciendo pequeños trapicheos, estafas y robos que les permiten ir tirando, siempre rozando la superficie y sin hundirse del todo. Así que cuando uno de sus antiguos amigos les tienta con un trabajo rápido, limpio y que les puede reportar más dinero del que jamás han visto en su vida y que les permitirá dejar durante algún tiempo sus miserias ¿por qué deberían decir que no?

Deberían negarse porque saben que ellos nunca podrán avanzar, están estratificados allí y esa pequeña suerte que tienen al no ser pillados puede cambiar en cualquier momento pero ¿y si esta vez es distinto?¿deben arriesgarse? De cobardes el mundo está lleno pero sólo los valientes arriesgan si quieren que algo cambie.

Planificación, organización y un buen plan B, sobretodo esto último es lo que vamos desenrollando a lo largo de doscientas páginas, no digo las trescientas totales porque en las cien primeras nos metemos en situación (según palabras del autor, escritas así ex profeso), nos presentan a los protagonistas y sus ambientes para luego lanzarnos a una carrera de fondo, en bajada y sin frenos hasta leer la última frase, la última palabra y descubrir por fin si su estrella ha cambiado o sigue igual de estrellada que como empezó.

Me sigue gustando como escribe Alexis, sus personajes hacen que te enamores de ellos y sin ellos sólo serían otras historias pero no éstas. Yo no me lo perdería.

Gracias a Editorial Alrevés por el ejemplar.