El vendedor de saris


Comienza otro día laborable y Ramchand corre por las callejuelas de Amritsar hacia la tienda de saris situada en el antiguo bazar. Es allí donde pasa sus días, enrrollando y desenrrollando metros y metros de sedas de Benarés con deslumbrantes bordados, algodones de Bangladesh de vivos colores y delicados tejidos de satén, ante las esposas y as hijas de las familias pudientes. Y mientras escucha las conversaciones de esas personas tan alejadas de su condición, por su mente vagan todo tipo de pensamientos, en un vano intento de imaginar ese mundo desconocido e inalcanzable. Pero todo cambia el día que su jefe lo envía a casa de uno de los hombres más ricos de Amritsar, cuya hija mayor se va a casar.

LLeno de color y pobreza, nos muestra la contraposición de dos mundos inalcanzables entre sí, dentro de un mismo espacio; la tienda de saris es el punto de unión de estos dos mundos, uno opulento y rico representado por las mujeres que admiran y compran las sedas y tejidos lujosos que allí se venden y los dependientes que encarnan la parte opuesta de la sociedad india. Nos muestra como a veces el afán de superación no siempre tiene los resultados que se esperaban y que las trabas son mucho más grandes cuanto más abajo se está. Matrimonios por conveniencia, por alianzas económicas, por esperanzas de fortuna, mujeres objeto de las que se espera que sean buenas esposas y tengan descendencia (masculina a poder ser) con la mayor prontitud.

Momentos en el libro en los que nos damos cuenta de lo poco que vale la vida de una mujer cuando ésta no cumple (o no puede cumplir) con sus obligaciones sociales y lo fácil que es para una persona de alta sociedad conseguir todo lo que quiere...

El final es lo que más me ha decepcionado pero en general es un libro bastante recomendable para descubrir algo sobre un mundo alejado de nuestras latitudes

2 comentarios :

  1. Una vez más... apuntado!

    :-)

    Guapa, aprovecho para darte las gracias por tus palabras de ayer... Yo también entraba de puntillas antes, casi sin rozar, pero al final es inevitable quedarse y estar... Me encanta visitarte a diario y ver las nuevas actualizaciones. Con el tiempo hay cosas que no se pueden evitar y yo a muchos de vosotros os tengo muchísimo cariño ya.

    Un besito.

    Pd: Espero que si algún día me ves por ahí... me saludes. Me dará vergüenza pero me encantaría.

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  2. Conociendo tu espacio , prometo volver...
    Mientras tanto dejo un enorme abrazo.
    MentesSueltas

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