Este libro es el regreso a las historias reales de la postguerra que contaron en voz baja narradores que no querían contar cuentos sino hablar de sus amigos, de sus familiares desaparecidos, de ausencias irreparables. Son historias de los tiempos del silencio, cuando daba miedo que alguien supiera que sabías. Cuatro historias, sutilmente engarzadas entre sí, contadas desde el mismo lenguaje pero con los estilos propios de los narradores distintos que van perfilando la verdadera protagonista de esta narración: la derrota.
Un capitán del ejército de Franco que, el mismo día de la Victoria, renuncia a ganar la guerra; un niño poeta que huye asustado de su compañera niña embarazada y vive una historia vertiginosa de madurez y muerte en el breve plazo de unos meses; un preso en la cárcel de Porlier que se niega a vivir en la impostura para que el verdugo pueda ser calificado de verdugo; por último, un diácono rijoso que enmascara su lascivia tras el fascismo apostólico que reclama sangre purificadora del vencido.
Todo lo que se narra en este libro es verdad, pero nada de lo que se cuenta es cierto, porque la certidumbre necesita aquiescencia necesita la estadística. Fueron tantos los horrores que, al final, todos los miedos, todos los sufrimientos, todos los dramas, sólo tienen en común una cosa: los muertos. Pero los muertos de nuestra postguerra ya están resueltos en cifras oficiales, aunque ya es hora de que empecemos a recordar lo que sabemos. Éste es el primer ajuste de cuentas de Alberto Méndez con su memoria y lo hace emboscado en un flagrante intento de hacerlo desde la literatura.
Descubrí este libro en alguno de los blogs que leo, aunque no recuerdo en cual. Me picó la curiosidad y decidí leerlo en cuanto tuve la oportunidad. Me ha decepcionado un poco, esperaba mucho más de él. De las cuatro historias la que más me ha gustado "Manuscrito encontrado en el olvido" por la transformación del personaje a medida que va avanzando el relato. Del resto poco voy a decir, el último me costó hasta entenderlo.
Últimamente no consigo pillar un libro que me resulte redondo, pero aún así este no está mal del todo.
A mi me gustó, tú que lees de todo, "La modificación" de Michel Butor. Lo que me costó es encontrar el libro. Si te interesa tengo en mi blog un pequeño comentario el 29-10-2007. Un besote.
ResponderEliminarlo tendre en cuenta ..
ResponderEliminares bonito leer libros atraves de tus ojos..des...
un monton de besos
a mi también me gustó el libro...
ResponderEliminarpd. hoy me he acordado mucho de tí.. he ido a ver "Tirant lo Blanc" y tengo curiosisad por saber tu opinión (mi crítica de cabecera ;) -si la ves, claro-)...
A mi también me gustó!!! Pero es que, claro, para gustos...
ResponderEliminarUn besito grande.