Prohibido

Los gobiernos (ya sean nacionales, autonómicos o locales) crean un montón de normas, de reglas a observar por todos los ciudadanos... muchas de ellas son prohibiciones, no fumar, no aparcar, no andar por determinados lugares... desde hace bastante tengo la sensación de que hay una gracia especial en saltarse esas normas.

Hablo de cosas que conozco porque las he vivido, no de teorías. Hay una prohibición expresa de no andar por los espigones de las playas y parecen una prolongación del paseo marítimo. No se puede fumar en el metro y hay veces y momentos en los que parece Londres en sus días de niebla intensa. Los pasos de peatones sin semáforos (también llamados cebra) son prioridad de los peatones, no de los coches que deciden ni siquiera frenar. Los semáforos en rojo son indicación de parar no se saltárselo por adelantar (tanto coches como peatones). Se debe abonar el billete para viajar en transporte público y al menos en Barcelona, más de la mitad de los que viajan en metro saltan las barreras bajo la impunidad de los vigilantes y agentes de la seguridad, pagando el resto cada vez más por un abono.

Y todo esto viene a la desgracia de este San Juan, 13 muertos y 14 heridos de gravedad al ser arrollados por un Altaris en una estación sin parada para este tren ¿por qué?según unos no estaba señalado el paso subterráneo (si está señalizado), según otros el tren no pitó, el paso subterráneo estaba colapsado dicen otros (normal cuando es uno de los puntos más de moda para celebrar la fiesta de la noche más corta del año), el paso elevado (que dejó de prestar servicio al terminarse la renovación de la estación) estaba cerrado con cadenas... pero por más que quieran echarle las culpas a todos estos detalles (no niego que tengan razón al pedir más medidas y más señalización) no deja de ser una IMPRUDENCIA por parte de los que saltaron a la vía para pasar al otro lado... cuando tienes toda la noche por delante ¿qué importa esperar cinco minutos para pasar por donde se debe? además sabiendo que está prohibido tanto beber en los trenes como pasar por las vías...

Y lo peor (si es que hay algo peor a eso) es que al día siguiente la gente continuaba pasando por encima de las vías... La noticia aquí: http://bit.ly/dbuc0W



Foto: Google, El Periódico de Catalunya
Texto: Dsdmona

8 comentarios :

  1. Ayssssss, si es que por algo será aquello de que. "el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra".
    Saluditos, expresiones, bien venida.

    ResponderEliminar
  2. la diferencia que existe entre este y otros países europeos es que allí cuando cometes una infracción de este tipo (de semáforo, vías, pasos de cebra, etc, etc) el resto de la gente te mira como lo que eres en ese momento, sin embargo aquí, el resto cuasi aplaude la acción. Tenemos mucho que aprender aún.

    Cienes de besines de vuelta, espero que disfrutaras de tus vacaciones (al menos tanto como to de las mías, jejejeje)

    ResponderEliminar
  3. eso es porque nunca pensamos en las consecuencias de nuestros actos hasta que sucede la desgracia, y luego no sirven las lamentaciones.

    por encima de todo, me apena mas los sentimientos de la pobre familia, que tanta polemica del tren.

    un abrazo.

    ResponderEliminar
  4. Cada vez hay más falta de sentido común. Cuando escuché la noticia pensé en el maquinista que conducía el tren.

    ResponderEliminar
  5. La gente piensa que las normas son para los demás, el civismo parece inventado para otros lugares, lo del transporte público sin comentarios, este no es un país donde se pueda dejar las cosas apelando a la conciencia del ciudadano, en fin yo digo siempre que somos europeos de pacotilla. Siento el dolor de las familias, pero también soy consciente del pobre maquinista, que te ocurra algo así te tiene que quedar para encerrarte en un psiquiátrico, son doce vidas lo que el pobre sin comerlo ni olerlo se ha llevado por delante.

    ResponderEliminar
  6. Estamos muy lejos de entender que las normas no siempre estan para fastidiarnos, que existen para algo. Parece que romper las reglas produzca un placer especial y nunca pensamos en las consecuencias. Yo me enteré de lo ocurrido sobre la una de la madrugada y no tenía detalles de lo sucedido y hasta que no vi llegar a mi hija a casa no podía dejar de pensar en quienes serían aquellos jóvenes y cómo se habían atrevido a cruzar la via. En unas horas de incertidumbre nos damos cuenta de lo efímeras que son nuestras vidas. Vale la pena esperar cinco minutos a que pase un tumulto de gente.

    ResponderEliminar
  7. Otra cosa que se me ha olvidao y que viene mu a cuento de esto: la realidad cotidiana vuelve a demostrarnos que, tal como comentan por ahí arriba, éste nuestro espontáneo e iberíco país sigue siendo, si miramos el comportamiento incívico de un elevado porcentaje de la población, un país de bárbaros, desde el que le dice al niño "bueno, por un papelito que tires a la calle no pasa nada", hasta el que va vociferando a las 4 de la mañana como si no hubiera gente durmiendo, por no hablar de la perenne doble fila de tantas y tantas calles. Sigo pensando que una de las mejores inversiones de este gobierno, más aún en tiempos de crisis, sería un curso obligatorio ( eso sí que habría que aplicarlo por decretazo) a todos, todos, que no hay más que pensar, hablando en cifras técnicas en el considerable ahorro para el erario público ( que sufrafamos todos) que supondría la generalización del civismo y la educación entre una mayoria de los ciudadanos ( limpieza, fuerzas de seguridad, reparación y mantenimiento de mobiliario urbano, etc, etc. y etc.)
    Será por dar ideas antes que nos bajen otro "5%".....
    Expresiones y saluditos

    ResponderEliminar
  8. ¡Qué razón tienes, Dsdmona! Hay un placer especial en saltarse las normas y parece que con ello nuestros jóvenes se sientan más valientes y atrevidos. Ya no se piden las cosas por favor, ni se dan las gracias, los niños crecen pensando que todo el mundo tiene obligación de darles de todo y sin ningún deber, tirar un papel no importa -la madre lo está viendo pero no le dice nada al angelito- y sí, son pequeñas cosas... pequeñas cosas que llevan a las grandes. Lo de cruzar de ese modo las vias y siendo gente tan joven, me recuerda a una actitud que he visto mucho últimamente: la de saltarse una determinada clase y crear un puente. "Si todos nos ponemos de acuerdo, no habrá consecuencias, el profe no nos puede poner faltas a todos y además si no vamos ninguno no va a dar clase...". Y ahí lo mismo... uno empieza a cruzar por ahorrarse tiempo, porque en el paso subterráneo hay cola y hay prisa por llegar a la playita. Y todos cruzan porque... ¿Qué puede pasar? ¿Un tren? Ya pitará o frenará o...
    No sé si noviembres tiene razón y es que hace falta un curso de civismo. A mí esas cosas me las enseñaron sobre todo en casa, porque el cole estaba para aprender y la casa estaba para educar. ¿Y ahora? ¿Será que nuestros niños están demasiado ocupados yendo a natación, a la escuela de música,a inglés y a expresión corporal y cuando llegan a casa ya no hay tiempo ni ganas de aprender nada más?

    ResponderEliminar

 
Copyright 2013 Dsdmona .