Una familia normal, un matrimonio feliz y una niña risueña. Nada da a entender el infierno que se vive en esa casa, entre esas cuatro paredes, con una madre impasible que opta por no ver, por esconder aquello que sucede entre padre e hija. Una niña que cada vez es más introvertida, callada, invisible para el mundo... un matrimonio que termina, una hija que intenta huir y sólo consigue quedarse con el enemigo, una hija que huye a las tragaperras para poder sobrevivir a su propio infierno. Una chica, ya adulta que decide luchar por recuperar su vida, sus sentimientos, su libertad y su dignidad... enfrentándose a todos aquellos que lo ignoraron en el pasado. Y en medio de todo eso, unos testimonios que ponen el vello de punta.
Una película dura, en algunos momentos demasiado lenta, pero con una carga emocional excepcional, tratada de una forma casi aséptica, sin posiciones, con rostros y palabras, con silencios (casi más duros que las palabras) y con maravillosas interpretaciones de sus actores principales, Michelle Jenner, Lluís Homar y Belen Rueda.
Oí hablar de esta peli en el programa de radio "La rosade los vientos" y la verdad es que al conocer la historia y viniendo de ese director me apetece mucho verla...
ResponderEliminarUn abrazo