El susurro de la caracola (LE#13)

Ángeles Alarcón, una mujer que se gana la vida haciendo pequeños arreglos y remiendos entre sus vecinas, pasea una tarde de agosto por la Gran Vía de Madrid. Frente a ella, en la otra acera de la calle, le sorprende la maniobra de colocación de un gran cartel de cine que ocupa toda la fachada del edificio. Allí aparece el chico más guapo del mundo, Marcos Caballero, el protagonista de la película de moda, Los días más felices. 

A partir de ese momento la existencia de Ángeles dará un giro radical: desatiende sus labores, acude el día del estreno para ver a Marcos de cerca, comienza a recortar todas las fotos y reportajes que de él aparecen en las diferentes revistas —hasta llegar a coleccionar 450 imágenes—, le sigue a las fiestas, averigua su dirección y comienza a espiarle para entender su rutina diaria. 

Así hasta que consigue entrar a trabajar como asistenta en su casa. Ángeles dejará de ser un fantasma para convertirse en una mujer visible, y ese será el momento en que la vida de ambos se cruce por vez primera y en el que uno empiece a entenderse en el otro. Pero la vida de Ángeles esconde tantos secretos como los que todas las mujeres de su familia han tenido que guardar para ser felices...

Obsesionarse con algo, alguien, nunca es bueno... la vida se reduce a ese objeto de obsesión y uno se olvida de aquello que nos hacia felices o que nos hacia tener una vida propia.

Una obsesión es la que posee a Ángeles desde que vio su foto en un cartel, allí empezó a transformar su vida, a inventarse un personaje que perfeccionó con los años hasta hacerlo tan perfecto que consigue aquello que anhelaba, estar al lado de aquella persona que ha ocupado sus sueños, sus desvelos y sus maquinaciones hasta en los segundos más insignificantes de su vida.

Mientras todo esto sucede conocemos a la verdadera Ángeles, su vida anterior, sus miedos, sus desgracias, sus vivencias y así conformamos un presente y un pasado.

Con la habilidad de los grandes maestros de la novela negra, Màxim Huerta nos lleva de la mano hacia donde le interesa para finalmente dejarnos con la boca abierta.

Una buena novela, muy recomendable.