Otra vuelta de tuerca

"Perturbadora, intrigante, y a veces, asfixiante es la atmósfera de esta novela de terror  psicológico que solo recomendamos leer si no va a dormir solo. Magistral e inquietante historia propia de la gran narrativa del XIX". 

¿Qué puede hacer una institutriz, sola en un aislado caserón, para proteger a sus dos pupilos del lento acoso de los fantasmas? 

Nos hallamos ante uno de los mejores argumentos de la literatura moderna. Se ha dicho que encierra un aviso de la presencia del Mal más allá de toda imaginación, una refinadísima historia sobre los inconvenientes de la bondad, una metáfora de la escritura. Tal vez las interpretaciones sean infinitas. Recuerdo ahora, escribió Jorge Luis Borges, su admirable versión del más famoso de los cuentos de Henry James. El título es, literalmente, La vuelta de tuerca.

No me gustan las películas, libros, cuentos de fantasmas, de terror o fantásticos. En general me hacen poner de los nervios y aprecio demasiado a mi corazón como para hacerle pasar por esos amargos tragos, pero cuando más de dos personas me hablan de un libro y no tienen claro si me gustaría me entran unas ganas terribles de leerlo. Así que ese el motivo del porqué hoy hago esta reseña.

Una institutriz recala en una casa algo apartada del mundo. El propietario tiene dos hijos que viven con los sirvientes y una ama de casa. Él apenas aparece y menos se preocupa sus habitantes. 

El niño estudia en un internado y sólo aparecerá en casa para las vacaciones y la niña enseguida se hace a la nueva institutriz. Unas semanas después de su llegada, el niño regresa para sus vacaciones y el ama de llaves le informa que ha sido expulsado de la escuela y que a partir de ese momento también estará a su cargo.

Las lecciones avanzan y los niños parece que se encuentran a gusto con su presencia pero no es todo paz en la casa. Por la noche una extraña persona pasea por el jardín, observa por la ventana y parece ser que los niños saben quien podría ser.

El resto de la novela es la lucha entre la institutriz por descubrir quien es esa vaporosa figura, proteger a los niños de sus posibles consecuencias de encontrarse con el visitante y alertar a su patrón y padre de las criaturas de lo que sucede en su propia casa. ¿De verdad existe esa persona que aparece y desaparece cuando se acercan?¿los niños saben de su existencia y la buscan?¿existe realmente o sólo es una invención de la institutriz?

El juego mental creado por autor no tiene fin, en una página sabes que existe, a la siguiente dudas, a la tercera piensas que sólo los niños, a la cuarta que todo es fruto de la imaginación, a la quinta que viven más personas de las que en realidad te han contado desde el principio y al final ya no sabes que pensar.

Mi conclusión es que a pesar de ser un libro de fantasmas y presencias no  he tenido problemas ni excesivos sobresaltos al leerlo, que a pesar de lo bien escrito que está no me gustan en exceso los libros que terminan con más preguntas que las que se planteaban al principio y dejan las respuestas al lector y que he disfrutado de su lectura a excepción de ese final que tan poco cuenta.

2 comentarios :

  1. Es una de las lecturas que tengo en mente par este año.
    Por cierto, me ha encantado esa portada =)

    Besotes

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  2. Este tipo de lecturas me dan miedo, de verdad.
    besos

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