Y van dos...

Ayer por la noche tuve la segunda fiesta sorpresa en menos de un mes... esta vez no era para mí. Una amiga cumplía también 30 años. Lo que tiene hacer fiestas sorpresa con tan poco diferencia es que la que va segunda ya se espera algo y hay que ser muy imaginativas para que sea realmente sorpresa y puedo decir orgullosa que lo conseguimos. Nos lo puso complicado, teníamos las llaves de su casa pero necesitabamos que se fuera rumbo la restaurante. Y como siempre que vas pillado de tiempo pasa algo que lo complica más... tanto enfasis en la puntualidad sólo sirvió para que saliera tarde de su casa y un correcalles para nosotras. Teníamos que hinchar 30 globos, preparar unas fotos de la gente ausente y esconder los regalos por la casa en un tiempo mínimo sin contar que después nos quedaba un cachito hasta donde hacíamos la cena, la hojomeneada impaciente llamando la movil de una y diciendole que si le faltaba mucho toda preocupada por si no nos daban la mesa. Creo que hacía años que no corría tanto por la calle, no sé ni porque me duché... tampoco se hubiera notado la diferencia... La cena bien, una mesa redonda, buena compañía, risas y bromas. Camino de casa más risas y alguna despedida, ninguna pregunta sobre si no llevabámos bolsas o algo así... Entrada en casa sin planear, nosotras primero y ella la última, perfecto para ver su cara la ver la mesa llena de globos y las fotos. 'la madre que os parió' adorno la escena, reventona de globos sufriendo por los vecinos (ninguno se quejó, la verdad) y otra ristra de risas al leer los papelillos que habían dentro de los globos. Un descanso para tomar la tarta (chocolate con nueces, mmmmmhhh) y empieza la búsqueda del tesoro... un libro casero de París (¿un sueño frustado?), una caja inmensa y dentro bien pero que muy bien envuelto un cd/dvd de esos que le gustan a ella (eso era ir a tiro fijo) y después de algunos tituibeos encontró el último, pequeñito, con bigotitos y una colita muy mona, una divinidad. Una noche perfecta que después de los nervios pasados valió la pena montar porque se lo merece, pero ella eso ya lo sabe. NOs vemos en la próxima que afortunadamente es en noviembre....