Fauna Humana

Este fin de semana he trabajado y por tanto he cambiado mis horarios habituales de transportes públicos. El cambio horario me ha permitido observan diferentes faunas humanas. A las 6 de la mañana de un sábado o domingo en el metro te puedes encontrar toda clase de especímenes distintos y variopintos. Los hay que vienen de fiesta y todavía no han tenido bastante de estar seis horas bailando y les queda marcha para más, tanta, que incluso bailan con el hilo musical del la tele del metro. Los hay también fiesteros que no pueden ya con su alma y no han podido llegar ni a subir en un vagón, se han quedado dormidos en el banco del andén mientras esperaban. Hay algunos que creen que a base de dar empujones a la pared el túnel de comunicación de dos líneas se hará más grande y les cuesta un trabajo increíble andar en línea recta. También hay trabajadores que acuden somnolientos a su lugar de trabajo e intentan aprovechar los últimos minutos antes de fichar para dar una merecida cabezada, aunque eso provoque que se pasen de parada. Otros intentan por todos los medios no dejarse vencer por el sueño y ponen todo tipo de caras para intentar mantener los ojos abiertos, la mayoría de veces sin conseguirlo. Y por último está aquellas personas que viajan totalmente despiertas, tanto que se atreven a leer Nietzche... a estas últimas las admiro...