Lo mejor del trabajo...

... viene después

Foto: Dsdmona (móvil)

Ano Mera o el silencio hecho mármol (Grecia IV)





Monasterio ortodoxo de la Pagania Turliani, Ano Mera, Mikonos
Fotos: Dsdmona

La soledad de los números primos

Existen entre los números primos algunos aún más especiales. Son aquellos que los matemáticos llaman primos gemelos, pues entre ellos se interpone siempre un número par. Así, números como el 11 y el 13, el 17 y el 19, o el 41 y el 43, permanecen próximos, pero sin llegar a tocarse nunca. Esta verdad matemática es la hermosa metáfora que el autor ha escogido para narrar la conmovedora historia de Alice y Mattia, dos seres cuyas vidas han quedado condicionadas por las consecuencias irreversibles de sendos episodios ocurridos en su niñez. Desde la adolescencia hasta bien entrada la edad adulta, y pese a la fuerte atracción que indudablemente les une, la vida erigirá entre ellos barreras invisibles que pondrán a prueba la solidez de su relación. La sutileza de los rasgos psicológicos de los personajes, así como la hondura y complejidad de una historia que suscita en los lectores las reacciones más variadas, resaltan la admirable madurez literaria de este joven autor a la hora de asomarse, nada más y nada menos, a la esencia de la soledad.

Estar tan cerca el uno del otro y ni siquiera tocarse, intentar traspasar la barrera invisible que ellos mismos han creado por miedo, vergüenza, debilidad o simplemente comodidad. Dos personas forjadas con las mismas armas, solitarios, incapaces de relacionarse con nadie que no sean ellos mismos, forzados a ser sociables dentro de los cánones sintiéndose ridículos y fuera de lugar... dos vidas unidas y a la vez separadas irremediablemente, caminos que se separan un poco cada vez hasta que llegan a ser desconocidos... pudieron ser algo y se quedaron en nada. una novela que habla de la soledad, de seguir el ritmo impuesto por la sociedad, de los sentimientos transformados con el paso de los años, de lo que podría habersido y nunca podrá ser... de la insociabilización, de los deseos y porque no... de la amistad.

Tutankhamon (y II)

Recipiente para ungüentos hecho en alabrastro, a los lados dos dioses del Nilo lo protegen

Sandalias, original en madera, cuero y láminas de oro, pintadas con enemigos atados (nubios y asiáticos), los arcos representan los enemigos que el rey aplasta con su paso

Trono de Tutankhamon, original en madera recubierta de laminas de oro e incustraciones de plata, alabastro de matices rojos, vidrio y piedras preciosas. Los brazos representan serpientes aladas con la doble corona que protegen el cartucho con el nombre del faraón

Carroza de estado, original en madera estucada y dorada con incrustaciones de vidrio y piedras preciosas

Figura del rey sobre una barca,original en madera dorada con incrustaciones de bronce, vidrio y obsidiana, y atributos de bronce dorado y aleación de bronce. La barca está hecha con papiro

Sandalias reales, original en oro al igual que las protecciones de los dedos, fueron encontrados decorando los pies del faraón. Los dedos de las manos también contaban con protecciones.

Texto: Tutankhamon, La tumba y sus tesoros, Catálogo de la exposición
Fotos: Dsdmona

Tutankhamon (I)


Es el faraón más conocido de Egipto a pesar de que sólo reinó unos pocos años al morir en extrañas circunstancias. Poco sabemos de su vida, de faraón y de príncipe, y aún así se considera uno de los más importantes de la historia, ¿por qué? la razón es bien sencilla; Howart Carter, financiado por Lord Carnavon, descubrió en 1922, su tumba apenas saqueada y con un gran tesoro en su interior.

La tumba constaba de cuatro cámaras, en una de ellas (antecámara) se encontraban aquellos accesorios (ruedas de carro, lechos funerarios, bastones, trompetas e instrumentos musicales...) destinados a la vida del faraón en el más allá, en un anexo a la cámara sepulcral (cámara del tesoro) se encontró una capilla dorada que contenía las vasijas de alabastro donde se guardaban las vísceras del faraón. La caja de madera recubierta de oro tiene a su alrededor las cuatro diosas protectoras Isis, Neftis, Neit y Selkis
En la sala del sarcófago, adyacente a la del tesoro, se encontraron cuatro capillas de madera dorada que contenían cada una de ellas un sarcófago (estaban dispuestas como si fueran muñecas rusas) de cuarcita con la tapa de granito, de madera dorada con aleaciones de oro y piezas de plata, uno de madera recubierto de gruesas laminas de oro con incrustaciones de vidrio, y finalmente uno de oro macizo que contenía la momia.

Alrededor de la caja de las vísceras (pulmón, hígado, intestinos y estómago) se encontraron ushebtis (figuritas destinadas a trabajar para el farón en el más allá) y una caja en cuya tapa había una representación de Anubis (señor de la necrópolis) protegiendo al difunto con su mirada. También se descubrió la inscripción del nombre de la momia:

Image and video hosting by TinyPic

La imagen viviente de Amón


Esta exposición que recrea mediante perfectas réplicas la tumba de Tutankhamon y su interior en el valle de los Reyes, se puede visitar en Barcelona hasta el 6 de setiembre en el Museu Marítim (más información aquí)
Fotos: Dsdmona

Lo dice el viento...

-Háblame de amor

-Tú y yo

Foto: Neuza Teixeira
Texto: Háblame de amor, Rai Cine, Silvio Muccino

Corazón de tinta

Quiénes son de verdad Dedo Polvoriento, Capricornio o Lengua de Brujo lo sabrá la joven Meggie por las respuestas que encuentre en un viejo pueblo de las montañas de Liguria... y también en un libro. Cuando Mo, el padre de Meggie, saluda a un extraño visitante que aparece en su casa, la niña siente que aquella persona emana un peligro, quizá una gran amenaza contra su padre... y entonces huyen al sur, a la casa de tía Elinor, propietaria de una de las más fascinantes bibliotecas que uno pueda imaginar. Meggie descubrirá que los forasteros que misteriosamente aparecen y desaparecen, como aquel visitante nocturno, llaman a su padre Lengua de Brujo, ya que tiene el don de dar vida a los personajes de los libros cuando lee en voz alta.Esta nueva novela de Cornelia Funke es magia, es mágica y es fantástica. Corazón de tinta son muchos libros en uno: es un viaje al mundo de los libros, una gran novela de aventuras y una declaración de amor a los grandes textos universales que cautivan a los lectores. Y también, una lucha feroz entre ficción y realidad, y entre bien y mal.

Otro de los regalos que recibí para mi cumpleaños, junto a sus dos hermanos menores que pronto también pasarán por aquí.

Es una novela juvenil llena de mágia, de aventuras, de personajes odiosos, adorables y directamente repulsivos. Los libros tienen el gran papel protagonista, un de ellos, ha sido el culpable de que Mo y Meggie vayan a vivir todas las aventuras que les han de llevar a un pueblo misterioso donde todo es oscuridad y terror.Un padre que no lee en voz alta a su hija por miedo a lo que pueda ocurrir, una hija que no entiende porque su padre no le lee en voz alta con lo que le gusta leer y que le ha transmitido su amor por los libros, una madre que casi no recuerda pues era muy pequeña cuando desapareció. Si a esto le añadimos una tía que sólo vive para y por sus libros, un hombre que traga fuego y que tiene un animal extraño por mascota tenemos los ingredientes perfectos para pasar un buen rato leyendo.

La cosa más bella



Cómo comenzamos, yo no lo sé...
la historia que no tiene fín
ni como llegaste a ser la mujer
que toda la vida pedí
contigo hace falta pasión
y un toque de poesía
y sabiduría, pues yo
trabajo con fantasías
¿Recuerdas el día que te canté?
fué un súbito escalofrío...
por si no lo sabes te lo diré:
yo nunca dejé de sentirlo
contigo hace falta pasión
no debe fallar jamás
también maestría, pues yo
trabajo con el corazón
cantar al amor ya no bastará
es poco para mí
si quiero decirte que nunca habrá

¡Cosa más bella que tú!
¡Cosa más linda que tú!
única como eres
inmensa cuando quieres
gracias por existir
como comenzamos yo no lo sé
la historia que toca a su fín
¿Qué es ese misterio que no se fue?
lo llevo aquí dentro de mí...
serán los recuerdos que no
no dejan pasar la edad
serán las palabras pues yo
sabrás, mi trabajo es la voz
cantar con amor ya no bastará
es poco para mí
si quiero decirte que nunca habrá
* ¡Cosa más bella que tú!
¡Cosa más linda que tú!
única como eres
inmensa cuando quieres
gracias por existir
repeat *
gracias por existir...
cosa más bella que tu
gracias por existir...

Foto: Donde se esconde el sol

Palladio el Arquitecto

El nombre de Palladio es sinónimo de arquitectura desde hace cinco siglos. Está ligado a edificios tan excepcionales como la Basílica de Vicenza, la Villa Rotonda, en las afueras de la ciudad, las grandes iglesias venecianas de Sant Giorgio Maggiore y del Redentore o las villas Barbaro y Emo, en el Véneto.
Palladio ejerció la arquitectura como una profesión de gran relevancia. Unió teoría y práctica en publicaciones y edificios como ningún otro arquitecto del Renacimiento. Democratizó la arquitectura al reivindicar el valor de las edificaciones domésticas, considerando que granjas, graneros y puentes eran obras tan valiosas como las iglesias y los palacios, y que cualquier edificio podía ser bello sin necesidad de emplear elementos costosos. Su conocimiento de la arquitectura clásica le permitió idear un armonioso sistema de planos y alzados en edificios que sorprenden e intrigan por su inventiva.

La exposición recorre la evolución de Palladio a través de sus grandes proyectos desde sus tiempo de cantero en Padua hasta convertirse en un intelectual y en el arquitecto preferido del rico patriarcado de Vicenza y Veneia, de las instituciones eclesiásticas y del estado veneciano. La muestra también explora la influencia que han ejercido en las sucesivas genraciones de arquitectos europeos.

Una interesante exposición llena de maquetas y planos que nos diseccionan las ideas tan sorprendentes de este arquitecto que revolucionó su trabajo y se convirtió en favorito de muchos nobles de la época que deseaban que les construyera la más magnífica mansión o iglésia. Muy bien documentada e ilustrada nos hace un recorrido muy visual que nos permite perdernos en los detalles y descubrir nuestra propia mirada del edificio.

Una pequeña joya que no debeis perderos.

Texto: Folletín de la exposición, Palladino el Arquitecto, Caixa Fórum, 22/05-6/09

El burdel


Creo que nunca he hablado aquí del lugar donde trabajo... creo que ha llegado el momento de que esto cambie y conozcais un poco más el lugar donde me paso ocho horas de mi día.

Trabajo desde hace tres años en una "casa de putas", también llamado burdel en fino. Es así porque el lema es "a ver quien jode más".

Tenemos a la jefa que jode al jefe, que a su vez jode a su subordinada, ésta para no ser menos jode a quien tiene más cerca que somos nosotras, las más putas entre las putas porque nos pasamos el día puteadas, por la jefa, el jefe y todo el mundo que quiera joder.

Además nos jodemos por un mísero sueldo que no llega a compensar la responsabilidad que tenemos entre manos y que cada día intentan joder más con sus triquiñuelas... eso sí, lo cobramos puntualmente y sólo por eso motivo no deberíamos sentirnos jodidas pero ni aún así me desaparece la sensación de trabajar en una "casa de putas" o si lo preferís, burdel en fino.

PD: Todo mi respeto a las personas que tienen este trabajo milenario

Foto: Daquella manera

Libros


Los libros eran el único lugar donde había compasión, consuelo, felicidad... y amor. Los libros querían a todo el mundo que los abría, ofrecían protección y amistad sin exigir nada a cambio, nunca se iban, ni tan siquiera cuando los maltrataban. Amor, verdad, belleza, inteligencia y consuelo delante de la muerte. ¿quién lo había dicho eso? algún enamorado de los libros, no podía recordar el nombre, pero sí las palabras. Las palabras son inmortales... si no es que viene alguien y las quema. Incluso entonces... (pág. 357)

Foto: Leoweyer
Texto: Corazón de Tinta, Cornelia Funke

El corazón helado

El día de su muerte, Julio Carrión, hombre de negocios cuyo prestigio se remonta a los años del franquismo, deja a sus hijos una gran fortuna pero también un pasado lleno de sombras: no le gustaba recordar su juventud ni sus peripecias en la División Azul. En su entierro, su hijo Álvaro se sorprende por la presencia de una atractiva joven que tal vez fue la última amante de su padre. Esa joven, Raquel Fernández Perea, es hija y nieta de exiliados republicanos en Francia, y se acuerda muy bien de ciertos episodios de su infancia. Ahora el azar hará que los destinos de Raquel y de Álvaro se entrecrucen, y, con ellos, las viejas historias familiares de ambos.

De libros sobre la Guerra Civil se han escrito cientos, de testimonios de que allí sucedió los tenemos de un bando u otro y aún así continúa sorprendiéndome lo bajo que puede llegar a caer el ser humano cuando tiene la oportunidad. Ningún bando fue bueno o malo, hubo de todo como distintas eran las personas que los integraban. Este libro cuenta la historia de dos familias, unidas por casualidad y por desgracia de unos y vileza de otros. No eran buenos, no eran malos, a veces, fueron como las circunstancias quisieron que fueran pero es en estos momentos cuando se tiene que demostrar de que está hecha la persona y hay una familia, un padre de familia en este caso, que demostró lo poco que valía su alma.

Las consecuencias las sufren los hijos e incluso los nietos años después y da lugar a una truculenta historia común donde las palabras, los silencios dañan mucho más que los actos, las caricias duelen, amortiguan pero no llegan a ser capaces de curar. El amor en todos los matices, familiares y pasionales nos son enseñados hasta los últimos extremos, haciendo una defensa atroz de sus pensamientos.

Un libro largo, dolorosamente largo incluso, lleno de momentos buenos, buenísimos, tristes y tristísmos donde cada uno podemos sentirnos identificados con algún personaje, con alguna situación y inevitablemente recordar...

Ésa fue la primera vez que Raquel vio sonreír a su abuelo, la primera vez que contempló su sonrisa auténtica, dos labios curvándose de pura alegría en un rostro sin sombras, sin reservas, sin miedo y sin dolor. Su abuelo sonreía como un niño pequeño, como un adolescente feliz, como un estudiante fervoroso, un soldado valiente, un fugitivo con suerte, un abogado tranquilo, un luchador resignado y un madrileño lejos de Madrid, como todos los hombres que había sido, como todos los que volvió a ser en ese instante, apenas un segundo, el tiempo suficiente para pensar que tal vez hubiera llegado el momento de firmar la paz consigo mismo (pág.95)

El verbo creer es más ancho y más estrecho que ninguno, eso aprendería, y recordaría esas palabras muchas veces, cuando pude creer y cuando quise creer, cuando descubrí qué podían, qué querían creer los demás, cuando eso importaba más que eso. Cuando lo tuve todo, cuando me quedé sin nada recordé muchas veces esas palabras, y aquella noche, cuando Raquel las pronunció, percibí su gravedad, su transcendencia, pero no las interpreté en la dirección correcta. Aunque no quisiera saberlo, ni siquiera pensarlo, ya la deseaba demasiado como para poder desvincular su pregunta de mi propio deseo (pág. 282)

No habría encontrado la manera de explicar que podría seguir mirándola toda la vida, que le haría falta una vida entera para admirar su gracia, la armonía de sus movimientos, esa belleza tranquila que era tiempo, y era paz, y era alegría, y era serenidad, y era placer, una expectativa de felicidad, la cordura, la fe y la capacidad de desear. Aquella imagen condensaba todo lo que él no tenía, todo lo que había perdido, lo que había olvidado, lo que ya no existía y sin embargo volvió a nacer en ese instante. Una muchacha se lavaba la cabeza, y una cáscara dura, seca, consciente de su propia torpeza, caía al suelo sin hacer ruido, inservible ante el poder de unos brazos desnudos, armados con su sola desnudez (pág. 603)

Comprendí del todo el significado de algunas palabras, tú, yo, sólo, nunca, antes, nada, conmigo, porque me sentí unido a esa mujer como si los dos fuéramos una sola cosa y el todo por fin un número entero, exacto, escrupulosamente igual a la suma de las partes. Amar a Raquel era tan fácil e inevitable para mí como respirar. Lo sabía mi cuerpo, lo sabían mis manos, lo sabían mis ojos. Yo también lo sabía, y me bastaba con acariciar despacio esa piel perfecta que volvía a nacer, una y otra vez, bajo la presión atenta y satisfecha de mis dedos, para estrenar todas las palabras que conocía, todas las que creaba en el preciso instante de pensarlas para lograr que el concepto antes nunca hubiera existido, como no existía el concepto después entre las cuatro esquinas de esa cama que impulsaba el movimiento del planeta (pág. 681)

Senderos iberos

Ha nacido una nueva página llena de contenidos literarios, frases célebres, entrevistas, reseñas literarias, información de concursos literarios, un rincón donde poder enviar escritos y poemas personales... un lugar donde disfrutar para los amantes de la literatura. No lo dejeis de visitar y colaborar si teneis oportunidad

 
Copyright 2013 Dsdmona .