Habemus papam

Tras la muerte de un Papa, obispos, arzobispos y cardenales de todo el mundo se reúnen en Cónclave para elegir a su sucesor. Después de varias votaciones infructuosas, que se anuncian con la salida de una humareda negra, se ve, por fin, la "fumata bianca" que indica que "habemus papam". Los fieles que se han congregado en la Plaza de San Pedro esperan con entusiasmo y fervor que el nuevo pontífice, siguiendo la tradición, se asome a una de las ventanas que dan a la plaza. Sin embargo, esperan en vano. Por alguna razón, el nuevo Papa no parece estar en condiciones de soportar el peso de tal responsabilidad. Mientras la inquietud se apodera del mundo católico, en el Vaticano, se busca desesperadamente una solución para superar la crisis.

¿Qué ocurre cuándo los obispos se encierran para deliberar sobre su nuevo "jefe"?¿Qué pasa por sus cabezas?¿Cómo viven la posibilidad de ser elegidos?¿Eligen por razones objetivas o por hastío con el paso del tiempo?y una vez elegido ¿qué ocurre si el candidato desaparece?¿no se siente capacitado para esa responsabilidad?

Algunas de estas respuestas son las que intenta racionalizar Nanni Moretti, actor y director italiano conocido por su ironía y su crítica mordaz. Con algunos tramos con tintes de comedia nos cuenta las 72 horas más desesperadas del nuevo Papa, aquel que sus compañeros eligieron pero que no tiene nada claro si será capaz de ser lo que ellos esperan... la espera, la angustia por su apatía, las conversaciones, las triquiñuelas para que nada trascienda...

Una película distinta sobre la iglesia, que no habla tanto de ella si no de los hombres que la forman y que por mucho que parezcan, en algún momento también tiene momentos de debilidad.