El lector de julio Verne (LE#11)

Nino, hijo de guardia civil, tiene nueve años, vive en la casa cuartel de un pueblo de la Sierra Sur de Jaén, y nunca podrá olvidar el verano de 1947. Pepe el Portugués, el forastero misterioso, fascinante, que acaba de instalarse en un molino apartado, se convierte en su amigo y su modelo, el hombre en el que le gustaría convertirse alguna vez. 

Mientras pasan juntos las tardes a la orilla del río, Nino se jurará a sí mismo que nunca será guardia civil como su padre, y comenzará a recibir clases de mecanografía en el cortijo de las Rubias, donde una familia de mujeres solas, viudas y huérfanas, resiste en la frontera entre el monte y el llano. Mientras descubre un mundo nuevo gracias a las novelas de aventuras que le convertirán en otra persona, Nino comprende una verdad que nadie había querido contarle. 

En la Sierra Sur se está librando una guerra, pero los enemigos de su padre no son los suyos. Tras ese verano, empezará a mirar con otros ojos a los guerrilleros liderados por Cencerro, y a entender por qué su padre quiere que aprenda mecanografía.

Este fue el libro que escogió la web Senderos Íberos para el club de lectura del mes de mayo.

Segundo volumen de los episodios de una guerra interminable al estilo de Galdós, el primero, Inés y la alegría, está reseñado aquí.

Nos muestra la guerra a través de la visión de un niño, hijo de Guardia Civil, en un pueblo de Jaén, donde la autoridad dicta lo que se puede y lo que no se puede hacer. Donde mirar a los ojos a determinadas personas puede resultar mortal y donde los hijos siempre acaban siendo lo que quieren sus padres.

Así que Nino tiene que lidiar con que su padre desee que sea Guardia Civil y no pueda serlo porque no crece lo suficiente, con que los niños del pueblo no quieran jugar con él porque es hijo de quien es y que todo aquello divertido que puede disfrutar un niño esté mal visto y tenga que hacerlo a escondidas, sus clases de mecanografía, sus suposiciones sobre el Portugués...

Una narración sobre el proceso de crecer, de disfrutar de las aventuras en los libros y la amistad por encima de todo y de todos. Todo envuelto en ese halo de represión y padecimiento que habitó en este país hace no tanto tiempo.

Me ha gustado mucho más que la primera, no tan salpicada de discurso político puro y duro y mucho más ligera de digerir.