La mujer de un solo hombre

Si la pareja ideal existiese, Jodi y Todd serían un modelo del género. Tras más de veinte años juntos, viven en Chicago en un amplio apartamento situado en la planta 27, con unas vistas espectaculares al lago Michigan. 

Todd posee una pequeña empresa constructora y Jodi, psicoterapeuta, puede permitirse trabajar unas pocas horas al día recibiendo a sus pacientes en casa. El resto del tiempo se dedica a sus clases de Pilates, a cocinar platos exquisitos y a pasear a Freud, su adorado golden retriever. 

Sin embargo, la idílica relación entre Jodi y Todd parece tener algún punto vulnerable. Aunque ninguno de los dos sea consciente de ello, ciertos hechos amenazan con estropear su apacible existencia.  

Cuando por fin Jodi reconoce que su vida se está yendo a pique, la sensación de haberlo perdido todo se apodera de ella y un abismo de sombrías posibilidades se abre ante sus ojos.

Es el segundo libro que leo de la nueva colección de Salamandra y de momento me gusta mucho su línea editorial, el cuidado de la edición y lo que nos han mostrado, espero que sigan así en el futuro.

En este caso estamos ante una novela de pareja, la historia de un matrimonio "perfecto", eso se contradice un poco con la línea "negra" de esta colección pero todo queda aclarado en las primeras páginas, habrá una muerte y alguien pasará a ser un asesino/a.

La novela nos relata la historia de Jodi y Todd, un matrimonio modélico a todos los ojos, incluso entre ellos, que un día se tuerce, se rompe y se diluye por una aventura, un cruce de cables o lo que vulgarmente se llama crisis de edad.

A partir de ese momento Jodi y Todd vivirán vidas paralelas, intentando adaptarse a las nuevas circunstancias e intentar recomponer todas las piezas de su vida individual mientras intenta, Jodi, esclarecer en que momento se fue todo al garete, y Todd, intentando descubrir si ha hecho bien...

Lo que al principio parece una ruptura más amistosa que bélica termina siendo un tira y afloja por las pertenencias y el sentido de posesión de dos personas que después de compartir más de veinte años de sus vidas ya no sabe comunicarse y hablar de lo que cruza su mente.

He de reconocer que en estas situaciones no soy objetiva, siempre me pondré del lado del engañado (independientemente si es hombre o mujer) nunca del que engaña por muchas razones que pueda tener y eso ha hecho que mi empatía con Jodi haya sido mucho mejor que con Todd al que en multitud de ocasiones me han dado ganas de dar un buen guantazo a ver si despertaba y se daba cuenta de unas cuantas cosas. 

He disfrutado con la lectura, siguiendo el hilo que la autora nos ha ido dejando para seguir la evolución, para desenredar la madeja de sentimientos contrapuestos en cada uno de los personajes llegando a un final aunque esperado no menos sorpresivo (permitiréis que termine aquí para no desvelar nada más de la trama y perder esa pequeña sorpresa del destino o del karma, como queráis llamarle).

Os recomiendo descubrir a Jodi, Todd y su historia, su desencuentro y descubrir quien es el asesino y el asesinado aunque eso en el fondo poco importa pues los dos han perdido nada más empezar.

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