La cocina o el reflejo del mundo


Ando haciendo un curso ocupacional de cocina para tratar de encontrar otra variante a la búsqueda de empleo. Este curso, destinado principalmente a desempleados, empezó en enero y terminará en octubre con unos días de prácticas en cocinas profesionales. Este título nos capacita para trabajar como cocineros aunque sería más realista pensar que lo haremos de ayudantes de cocina. A mi si me da para trabajar, la verdad es que no me importa mucho el nombre del puesto. A lo que iba que me desvío...

Somos quince almas, tan distintas como modelos de camisetas hay en el mercado; distintas edades, formaciones, países, situaciones y por tanto maneras de pensar y hacer. Hay que acoplarse, amoldarse para llevarse y entenderse lo mejor posible y eso no siempre es fácil (de hecho nunca).

Ayer alguien dijo que podría decir la personalidad (aproximada) de cada uno por como nos ve trabajando en la cocina del curso. Hay un listillo, un lento pero seguro, uno que no levanta la cabeza del suelo ni se le oye apenas hablar, el pasota, el rápido, el inseguro y preguntón, el que se escaquea sin que se note, el que se escaquea y se le nota demasiado, hay quien es el mejor compañero que se pueda tener pero no sabe ni pelar un ajo, hay quien hace esferas de aceite y similares y no arrima nunca el hombro en ayudar a un compañero.

Estas actitudes delante de una cocina son también las que mostramos al mundo casi sin darnos cuenta. 

Hoy teníamos examen, confeccionar dos platos, su preparación, emplatado y limpieza de la zona de trabajo. Había que ir limpiando a medida que se iba ensuciando, cocinando al mismo tiempo y teniendo todos los pasos listos cuando tocara, la presentación se valoraba pero no era la principal apreciación. Es lo que se pide en cocinas profesionales, orden, limpieza y capacidad de organización.

Aún sin haber empezado ya he visto que iba a ser un día duro, no por mi o mi examen, sino por todo lo que me rodea. Soy organizada, muy cuadriculada (ventaja a veces, handicap otras) y me gusta hacer las cosas tal como se me mandan. Estoy aprendiendo así que es normal tener fallos como todo el mundo pero no me pongo a llorar porque se me pueda haber quemado una crepe, no acaparo todos los recipientes por si los necesito, si mi compañero me pregunta alguna duda intento responderla tan bien como sé para ayudarlo si ese es el caso.

He terminado mi examen dentro del tiempo, con mi zona recogida y limpia tal como se me pedía. Otros han ido dejando los utensilios por lavar esperando, como siempre, que alguien (los que terminan primero), los lavaran o desaparecieran misteriosamente y luego en vez de ayudar en otras cosas son los primeros en desaparecer o ponerse a hablar o hacer jaleo.

Nunca cambiará, siempre habrá el que se escaquea, el listo y el que pringa, el que no sabe hacerlo de otra manera y al igual que en la vida la suerte se repartirá de manera desigual y nunca para el lado que sería más justo.

Quizás, algún día, todos ellos se den cuenta de que si lo hacen todos juntos es mucho mejor, más rápido y evitas problemas futuros. Quizás...

Yo por si acaso voy haciendo acopio de paciencia....

2 comentarios :

  1. Al ogual que casi todo en esta vida, es una carrera de fondo y aunque los resultados puntuan la aptitud y actitud frente a ... Y sobre... Las cosas de día a día y adverdidades se vuelve fundamental! Los valores nos sostendrán o nos hundirán.


    Un abraz✴ y enhorabuena .

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  2. Siempre nos encontraremos con todo tipo de personas. Y siempre hay que tener infinita paciencia... Mucha suerte en el curso!
    Besotes!!!

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