Jeanette Winterson inaugura esta iniciativa conEl hueco del tiempo, una peculiar revisita deCuento de invierno en el siglo XXI.
«Perder a alguien a quien amas cambia tu vida para siempre. El dolor se va, conoces a gente nueva, pero ese hueco no se va a llenar nunca.»
Jeanette Winterson
Es ya un motivo clásico el tema del hombre que repudia a su esposa por celos y, una vez que la ha perdido, pasa el resto de sus días consumiéndose en remordimientos. De eso habla Cuento de invierno de William Shakespeare: Leontes, rey de Sicilia, rechaza a su mujer Hermione cegado por los celos. Con su esposa, Leontes perderá también a su hija Perdita, de quien reniega, y a su amigo del alma, Políxenes, rey de Bohemia.
Winterson retoma el texto del maestro inglés y lo traslada a nuestros días enEl hueco del tiempo, una espléndida novela que aborda el deseo muy humano de volver sobre nuestros pasos y reescribir el pasado. En definitiva, una historia que quiere ...
Un bonito proyecto para homenajear a uno de los más admirados escritores de todos los siglos. Una reinterpretación de unos clásicos siempre actuales en manos de escritores con distintos estilos y puntos de vista que le dan (darán un aire mucho más moderno a sus textos).
En este caso la historia tiene como protagonistas a Xeno, Pauline, Leo, Shep, Clo y la fruta de la discordia Perdita.
Durante toda la narración iremos descubriendo la historia de todos los personajes y su relación, buena, mala o pésima con lo que ocurrió una noche casi delante de un hospital con un coche, un matón y un abandono.
Una fábula moderna sobre las relaciones familiares, no necesariamente consanguíneas, con lazos mucho más fuertes de lo que uno puede pensar en un inicio y que hace pensar en muchas de las cosas que ocurren entre padres e hijos.
La familia no se puede escoger y sólo, a veces se puede escoger con quien deseas vivir aunque, como todo, tiene sus consecuencias las decisiones que tomamos y que nos acompañan toda la vida.
El amor todo lo puede pero no siempre y muchas veces ese amor puede ser el causante del desamor o de la infelicidad por una de las partes, como siempr ela incomunicación y la falta de valentía puede condicionar y mucho las futuras relaciones y el futuro mismo de algunos de los personajes...
Al final como todas las fábulas, los buenos tienen algo de maldad, los malos no son del todo malos y siempre queda la moraleja antes de poner el fin a la historia.
Una buena manera de descubrir obras nuevas con un fondo antiguo y revalorizar lo que fue escrito originalmente hace más de tres siglos y que sigue totalmente vigente pues los humanos a pesar del tiempo transcurrido no hemos cambiado tanto.
Podría gustarme. Me la apunto.
ResponderEliminarUn beso ;)