Patria


El retablo definitivo sobre más de 30 años de la vida en Euskadi bajo el terrorismo.

El día en que ETA anuncia el abandono de las armas, Bittori se dirige al cementerio para contarle a la tumba de su marido el Txato, asesinado por los terroristas, que ha decidido volver a la casa donde vivieron. ¿Podrá convivir con quienes la acosaron antes y después del atentado que trastocó su vida y la de su familia? ¿Podrá saber quién fue el encapuchado que un día lluvioso mató a su marido, cuando volvía de su empresa de transportes? Por más que llegue a escondidas, la presencia de Bittori alterará la falsa tranquilidad del pueblo, sobre todo de su vecina Miren, amiga íntima en otro tiempo, y madre de Joxe Mari, un terrorista encarcelado y sospechoso de los peores temores de Bittori. ¿Qué pasó entre esas dos mujeres? ¿Qué ha envenenado la vida de sus hijos y sus maridos tan unidos en el pasado? Con sus desgarros disimulados y sus convicciones inquebrantables, con sus heridas y sus valentías, la historia incandescente de sus vidas antes y después del cráter que fue la muerte del Txato, nos habla de la imposibilidad de olvidar y de la necesidad de perdón en una comunidad rota por el fanatismo político.

A veces tener cierta edad ayuda a comprender mucho más las cosas que te rodean o aquello que lees y que explica tiempos pasados. Cuando se habla de ETA y el conflicto vasco muchos ya no saben bien de que trata, lo que pasó o por que empezó y se irá diluyendo en el tiempo como ha pasado con otros momentos de la historia, no sólo de este país sino de todo el mundo, se van archivando y sólo de vez en cuando vuelven a salir a la luz.

Yo he vivido los años más cruentos y sangrientos de esta formación político militar, he visto las caras de terror de unos padres, los míos, esperando la vuelta de sus hijos, mi hermana y yo, de la piscina donde el colegio nos llevaba los viernes al haber pasado por delante de Hipercor ese fatídico 18 de junio de 1987, ser suficientemente mayor para comprender la barbarie en el atentado de Vic, de Zaragoza, la tragedia de los secuestrados, de los ejecutados a la salida de la panadería, del bar o de cualquier lugar, cuando gritar millones de personas en una manifestación no servía para nada mas que para expresar una incredulidad y una rabia sin frenos. Durante mucho tiempo la gente miraba debajo de los coches, giraba constantemente la cabeza  sin saber que eso no era demasiado efectivo para detener sus intenciones, rezar a todo lo que se creyera para no salir en las listas de perseguidos...

A pesar de todo no me había puesto en el otro lado, no entendía el porqué ocurría esto, el no dialogo, el matar por matar, a cuantos más mejor, inocentes, culpables ¿de qué? y todo en nombre de lo que ellos denominaban libertad y contra la explotación. Y sigo sin entenderlo pero quizás ahora tengo algo más de experiencia, más entendimiento y podría llegar a hacerlo si de verdad se explicara todo.

Es algo que intenta este libro, contar la vida de dos familias rotas, una por ser una víctima y la otra por tener otra forma de victimismo. Los fanatismos nunca fueron buenos y cuando a alguien le dices lo que quiere oír tiene dos opciones, seguirte o ir por libre pero ¿qué pasa si ese ir por libre implica ser tildado de españolista, de enemigo de la patria, de ponerte en el punto de mira? tenemos tendencia al borreguismo y al que dirán, al aparentar y muchas veces aunque no estemos convencidos nos dejamos llevar. No digo que todos los integrantes de ETA fueran de ese tipo pero a veces, leyendo algunos pasajes del libro da la sensación de que no tuvieran otro remedio, que se unieron por qué sino no había alternativa.

Me ha gustado especialmente Miren, una madre que lo da todo por su hijo, en el bien y el mal sentido, apoya a su hijo hasta más allá de las últimas consecuencias, si hay que ir se va, como diríamos... Es quizás el más impactante de los personajes de la novela para mi.

Y al final ¿qué queda de tanta violencia?¿muerte? nada, no solucionó nada, rompió amistades, matrimonios, vidas enteras en nombre de algo tan intangible como etéreo, todos sufren de una manera u otra, incomparables (es verdad) pero sufrimiento al fin y al cabo. 

No lo he entendido y nunca entenderé que lleva a los hombres a enfrentarse unos con otros, por que el poder tiene tanto apego.

Quizás lo que acabáis de leer no tiene nada que ver con el libro o puede que lo tenga todo, hoy sólo he escrito aquello que ha salido de mis dedos y no puedo dejar de recomendar su lectura y sólo así descubriréis la vida de dos familias, amigas, que terminaron rotas en nombre de la libertad.

3 comentarios :

  1. ¡Bravísimo, Laura! 👏👏👏
    Muy buena reseña. Besos.

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  2. Que ganas tengo de leerlo. Si todo va bien, la próxima semana me pongo con él. Gran reseña.
    Un beso ;)

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  3. Un libro que tengo bien apuntado, que solo leo buenísimas reseñas de él.
    Besotes!!!

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