Denny Denham es la secretaria y amante de Enerst Wright, psicoanalista y director del departamento de psicologia de la Universidad de Wellspring. Es bastante gorda, y bastante opaca, pero, como dice ella misma, nunca he tenido ninguna dificultad para atraer a los hombres; las verdaderas "mujeres fatales" no son siempre las guapas, y las esposas deberían vigilar de cerca a las secretarias eficaces. Pero Denny también es amiga de Nancy, la esposa de Ernest -toca con ella el piano a cuatro manos-, y se resuelve todos los pequeños problemas cotidianos de la familia, y la confidente de los hijos, entre los que se encuentra Ben, un quinceañero insportable herido por la literatura que sólo quiere ser poeta. y, sobre todo, es la narradora de la historia.
El Día de Acción de Gracias de 1969, Denny acude a la gran cena que dan los Wright, y a la que asistirán dos invitados muy especiales, la seductora Anne, que fuera amiga íntima de Nancy, con la que tocaba el piano antes de marcharse de Springwell, y Jonah Boyd, su nuevo marido. Jonah es un escritor casi consagrado, un alcohólico redimido que viaja acompañado de de los cuadernos donde está escribiendo su gran novela, esa obra tan esperada desde hace tiempo por su agente y sus editores, y por la cual ya ha cobrado un anticipio. Y esa cena , y los días que vendrán, son el oscuro, turbio corazón de la novela, el escenario del crimen. Aunque no haya un cadáver, y que no se sepa hasta mucho tiempo después quién fue la víctima, y la causa y el origen de las heridas. Y la secretaria, esa joven mujer al parecer tan gris, esa narradora en las corrientes de los deseos ajenos, que siempre ha estado fascinado por Ernest y Nancy, el matrimonio Wright, por ese tenue, delicado equilibrio de deseos confesados e inconfesables que es toda la familia, nos desvelará años más tarde el secreto de lo que pasó en aquellos días y que cambiaría vidas, muertes y literatura.
Lo primero que me llamó la atención del libro fue su título, luego me fijé en el autor y lo reconocí... hacía tiempo que había leído uno de los libros de este autor ("El lenguaje de las gruas" que aunque no me entusiasmó me dejó buen sabor de boca) y sentí curiosidad... Lo ocurrido en una cena de Acción de Gracias de la cual sólo tenemos breves destellos de realidad nos sitúa en la vida de personajes y protagonistas, al ir avanzando la historia la narradora, secretaria y amante del anfitrión de la cena, nos desvela como poco a poco va descubriendo lo que realmente pasó esa noche y que cambió la historia de más de un protagonista... Bien contado y que refleja lo arbitrarias que pueden ser las decisiones o las situaciones si no se dispone de toda la información. un muy buen libro...