Lídia Pujol


El ciclo "La canción a escena" presenta Seis voces de mujer, una serie de seis conciertos protagonizados por seis voces femeninas, representativas de seis estilos musicales distintos.

Lídia Pujol nos ofrece en Els amants de Lilith, una noche de teatro y música en la cual ella dará voz a muchas mujeres que, siglos atrás, quisieron, que fueron más allá de los límites de la razón... y que dejaron una história para la leyenda, recogida en la tradición popular. Un concierto que se grabará en directo a la Sala Tallers y que supone una ocasión única de descubrir una tradición oral, la nuestra, cargada de sorpresas e histórias extraórdinarias.

Els amants de Lilith tiene su origen en un viage hecho por pueblos de Cataluña, Valencia y Mallorca en busca de canciones populares de transmisión oral. Piezas que eran, que están a punto de caer en  el olvido. Y lo que empezó como una investigación sobre nuestro patrimonio oral acabó siendo una verdadera sorpresa: esas señoras mayores, de expresión severa, me enseñaban canciones terribles, extraórdinarias. Canciones de abusos, de incestos, de asesinatos, de violencia de género. Canciones que hablan de acontecimientos que leemos aún hoy, cada día en los periódicos.

Luz y oscuridad, vida y muerte... pueden ser dos caras de la misma moneda. Els amants de Lilith habla de mujeres. Mujeres ultrajadas y mujeres que ultrajan; mujeres que aman hasta la muerte, y aún más allá; mujeres poderosas y mujeres débiles. Yo también soy doble: soy Lilith, la mujer rebelde que no se quiso someter a Adán; y, a la vez, soy Eva, la mujer hecha a la medida del hombre. Oscilo entre la luz y la oscuridad.

Un concierto distinto, en algunos momentos diría que hasta raro pero con una música extraórdinaria y una voz prodigiosa. Fueron dos horas que se me pasaron volando y eso ya demuestra lo bien que me lo pasé. Me gustaría mencionar al percusionista que nos deleitó todo el concierto con los más extravagantes e inusuales instrumentros de percusión para lograr melodías mágicas.

3 comentarios :

  1. ¡Que gustazo!, yo tengo un compañero de profesión y un poco amigo que durante un tiempo se dedico a recoger música instrumental de mi tierra por las aldeas con tres colegas más, luego tocaban en fiestas populares y era una gozada escucharlos. Es una pena que se pierdan estas cosas, forman parte de nuestra cultura más tradicional.

    Un beso

    P.D.: Por fin hoy me hice con el libro

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  2. la verdad que no es un concierto para ir cuando estés algo melancólica, ya que todo habla de muerte y de amor (pero a la muerte!) Como bien dice Dsdmona, el señor de los efectos especiales, esos que le dan un toque distinto de fondo a la melodía guiada por la guitarra o el piano, es digno de ir a verse más que incluso escucharse, porque por más sencillo que fuera el agitar, por ejemplo, unas cadenas, él iba más allá e interpretaba el momento, lo sentía y le daba un toque extra que se nota sobre el escenario y se disfruta en la butaca en lo visual y en lo auditivo.Como siempre es un gustazo oir una bonita voz y música en directo. Seguiré a Lidia a partir de ahora más de cerca

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  3. Me ha hecho gracia ver este texto en el blog. Es mío, pero como lo he escrito para el teatro donde trabajo, es de dominio público. Yo también he publicado un artículo sobre el espectáculo en el blog.

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