No puedo vivir sin ti, no puedo vivir sin ti... me repetía cada mañana al despertar, aunque ella no me devolviera la mirada, su tacto fuera frío helado y no respondiera a mis caricias... en cambio por la noche, al acostarnos todo era tan distinto, su tacto era cálido, suave, voluptuoso, ella continuaba sin devolverme la mirada pero yo entonces era dueño de su calor y con él calentaba mis células hasta llegar a la ebullición y así poder dormir como un bebé. No la podía compartir con nadie, era mía, toda mía y es que no podía vivir sin ella.
Un día, ella (la otra), harta de tan poco afecto por mi parte, por celos desmesurados hacia ella, por meses y meses sin rozarla por las noches me dió un ultimatum:
- Esa estupida botella de agua caliente o yo...
Foto: Color-de-la-vida
Texto: Dsdmona
jejeje, pues sí, tenías razón, me ha venido bien pasar a visitarte para esbozar una sonrisa...
ResponderEliminarMuchas gracias preciosa.
Un beso.
muy bueno,sí señora,muy bueno...
ResponderEliminarpd.me acabo de acordar...que le debo cinco manías..a ver si puedo sacar cinco minutillos por lo menos para poner una reseña
más besos
muy bueno si señora, muy real también, y muchos besos por descontado
ResponderEliminarMuy ingenioso, me hiciste sonreir.
ResponderEliminarA mi también me has hecho sonreir, me gustan mucho estos pequeños relatos
ResponderEliminarUn beso