Él ha vuelto, la ha encontrado, ha seguido el rastro invisible de esencia que dejan todas las personas en su recorrer… llora desconsolada, sentada en el suelo al lado de la puerta intentando evitar con su exiguo cuerpo que él pueda tirar la puerta al suelo y llevársela de nuevo a la cárcel, aquella de la que escapó y que sabe será la peor de las muertes, el peor de los castigos. No quiere morir pero tampoco puede volver por donde vino hace ya algunos meses, no ahora después de saborear el triunfo, la libertad en su vida, no después de saber que existe todo ese mundo y que en ese mundo también hay un lugar para ella. ¿Cuál es la solución cuando no hay solución?cuándo huir no sirve de nada y enfrentarse a él sólo serviría para hacerle más fuerte… ya no hay tiempo, después de una tregua él volverá a por ella, ha de tomar una decisión y la necesita ya. La legal, la que debería haber seguido desde el principio sabe que no servirá de nada, no con él, la seguirá allí donde vaya porque según las palabras de él, ella es suya para toda la eternidad. Sólo un camino, una sola salida…
Alguien tira la puerta abajo, voces lejanas, una voz por encima de todas: es mi mujer, ayúdenla. En el suelo un bote, vacío, un vaso de agua y una nota agarrada a su mano: Nunca volveré a ser de nadie más… ahora soy libre… para siempre.
- FIN -
Foto: Kit_Kath
Texto: Dsdmona
Vaya, cuando se esta presa de la deseperacion, las soluciones que tomamos son extremas.
ResponderEliminarEspero que este no sea el final de una lucha por la libertad, por tener un lugar suyo en este "asqueroso" mundo.
Saludos
espero que el bote vacio sea de mermelada.
ResponderEliminaresas salidas son extremas, pero a veces nos parecen las unicas.
no sabes el significado que tiene la frase.."enfrentarse a él solo sirve para hacerlo mas fuerte"...
ResponderEliminarsuele ocurrir asi la mayoria de las veces....
es una triste historia..
aunque segun se mire...
porque quien vive en el encierro...halla en la libertad la liberacion..
como la entiendo¡¡¡..
un beso
la muerte nunca es una solucion.
ResponderEliminarPor alguna razón que desconozco el post que te dejé el otro día no salió, qué decir, que siento que la la libertad la consiga así, pero por desgracia es algo que sucede. Del relato no puedo añadir nada que no haya dicho, que me encanta. Un beso
ResponderEliminarMe paso por aquí otra vez porque me he acordado de tu relato, hoy he estado hablando con una mujer maltratada, a quién su pareja casi le ha deshecho la cara de la paliza que le ha propinado. Tienen una niña de 16 meses, que es una preciosidad, muy sociable y que hoy no quería a nadie. Intervino la guardia civil y él tiene una orden de alejamiento, pero me contaba que cada día caía más en sus redes y que estaba desesperada porque no sabía qué hacer. Ya ves un relato hecho realidad, volveremos a hablar el miércoles e intentaré que se ponga en contacto con un servicio que la proteja Esta es la triste realidad. Me gustaría no pasarme por aquí para comentar esto pero sentía la necesidad de hacerlo.Un beso
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