El cielo que no disfruto mientras trabajo, el que añoro acariciar las ocho horas de encierro... al menos ayer me regaló ese precioso color.
Foto: Dsdmona, en algún lugar de Barcelona
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Es muy agradable disfrutar de ese precioso atardecer desde el curro. He trabajado más de 30 años en un espacio enorme pero siempre con luz artificial y en mi nuevo emplazamiento, donde entra luz natural porque toda una pared es cristal, los primeros días me hacían daño los ojos de tanto resplandor.
ResponderEliminarQue te mejores.
Muchos besos.
silenceisgolden
Hace un rato estuve hablando con una compañera de la gran parte de nuestra vida que perdemos mientras trabajamos. Ella me dijo que ya esta haciendo calculos para ver cuando puede coger el año sabatico y ir a dar una vuelta al mundo y yo dije que tengo que jugar a la loteria y mandar el mundo al carajo
ResponderEliminarMaggy
...el cielo tiene esos detalles...ayer me regaló a mí un cielo naranja vibrante que olía al Tang de mi infancia...lo miré maravillada para que me inyectara un poco de vitamina C en plena pupila...
ResponderEliminareste finde pasado disfruté de unos dias de tu cielo, pero sinceramente, añoraba al mio, con sus colores anaranjados y fuera de tanto ruido y agobios. sera la costumbre.
ResponderEliminarsaludos.