Alegría

Hace mucho tiempo que buscaba lo que ahora tengo, años peleando para esto y ahora que lo tengo lo disfruto tanto que no hago más que dejar cosas a medias como si el tiempo se fuera a terminar. Quiero hacer tantas de las cosas que hasta ahora no podía que se me acumulan, cine, presentaciones de libros, pasear, tomar un café con la gente, cosas que hasta ahora sólo podía hacer los fines de semana. Las horas son las mismas pero para mi cambian mucho si son por la mañana o por la tarde, las de mañana terminan enseguida, en poco tiempo he de preparar la comida, coger el autobús y llegar al trabajo para pasar ocho horas (menos mal que me gusta mi trabajo), salir tarde y llegar sin más ganas que las de sentarme en el sofá y ver algo en la tele. Las de tarde hacen que me levante demasiado temprano (es una de las pocas cosas malas) para ir ocho horas a trabajar pero a las tres dispongo de todo el tiempo para dedicarlo a aquello que me gusta, ayer una presentación de libro, hoy un cine, mañana... a saber. Y aún así me falta tiempo, quiero más y no tengo, quizás el saber que este cambio del que disfruto es de momento temporal (aunque espero y deseo se convierta en definitivo) hace que me coma las horas a bocados, de aquí para allí, sin parar... pensando en nuevas cosas que poder hacer porque para mi sólo se aburre el que no sabe divertirse.

Antes dije que levantarse temprano era una de las pocas cosas malas, la peor es que todo esto lo hago sola o en compañía de desconocidos cuando con quien me gustaría poder hacerlo realmente no puede disfrutar de este tiempo que a mi se me regala, envidio a aquellas personas que pueden pasar las tardes junto a quien quieren disfrutando de cualquier cosa, de un paseo, un cine o simplemente la vida... pero aún así me siento contenta y feliz porque sé que llegará un día en que esto que me ocurre hoy no sea cosa de una sino que llegue a ser cosa de dos.


Como no podía ser de otra manera este estado de ánimo tiene banda sonora...

Foto: Stella Brazil