Una gran dama

La cita era a las siete de la tarde, pero como en las bodas, la dama se hizo esperar como una novia. Llegó en medio de un impresionante silencio de la mano de su padrino, Pere Gimferrer, y un pequeño cortejo que le llevaba la capa, Anna María Moix y el editor de Destino (lo siento no recuerdo el nombre) que fue el encargado de presentar a esta dama que, para los que estábamos allí, no necesita presentación.

El padrino, Gimferrer, fue el encargado de las reflexiones metafísicas y intelectuales de la obra que nos presentaban, quizás para los que escuchábamos una charla demasiado filantrópica y densa para un acto de estas características. Si sólo hubiera escuchado sus ideas se me huberan pasado las ganas de leerme el libro e incluso de quedarme al resto. Menos mal que no lo hice

La madrina nos habló de la escritora como persona, sus ilusiones e intereses a la hora de escribir este libro, nos descubrió que no ha sido un libro escrito en unos pocos años sino que es un libro trabajado a lo largo de casi toda una vida, donde nos deja de nuevo muestras de su talento innato de la escritura que ya profesaba con sólo cinco años tal y como demuestran tiernas redacciones escolares donde el mundo mágico ya despunta entre sus escenarios favoritos.

Muestras de cariño incondicional a una amiga además de escritora.

Por último tomó la palabra la estrella de la velada, con voz entrecortada, suave y aterciopelada, haciendo risa sobre su torpez a la hora de hablar frente a los micrófonos nos dijo que pensaba que quizás fuera su último libro, no en vano tiene 83 años, pero que ya tenía una nueva idea que plasmar en próximas páginas. Alguien preguntó cómo podía decir aquella incongruencia y ella lo explicó entre sonrisas, dice que e cada libro lo da todo, lo fue y lo que es, se deja la piel en cada página y cada palabra y por eso decía que "Paraíso inhabitado" era su último libro, cosa que no implicaba que pudiera tener nuevas ideas.

En el libro, que pronto comentaré, un recuerdo del acto.

Texto y fotos: Dsdmona, Ana Ma Matute, Pere Gimferrer, Ana Ma Moix, Autográfos en mi ejemplar