Mi abuelo soltó una tosecilla y se puso a reír. Estuvo riendo largo rato, con una risa que se me contagiaba. Fue la única vez que le vi hacerlo, quizá fuera la única en que pudo desprenderse de los recuerdos que lo atormentaban. Hay instantes fugaces en los que la vida parece una obra perfecta. Sentado en el suelo con la espalda apoyada en el tronco de aquel árbol enfermo, viendo desternillarse al anciano fumador, pensé que la felicidad se consigue con bien poca cosa. (pág. 17)
Texto: Pedro Zarraluki, "El regalo", Ed. Destino
PD: Me voy de vacaciones, nos vemos de nuevo el martes con nuevo formato de blog
Felices vacaciones. Parece que va a ser cierto que la felicidad se consigue con bien poca cosa. Esperanzadora frase.
ResponderEliminarSaludos y seguro que el cambio será a mejor, si no lo es, me costará decirlo pero lo diré. Ciao.
Preciosa frase. Algunos pequeños fragmentos son como perlas, redondos, brillantes y perfectos.
ResponderEliminarGracias por saber elegir, un saludo.
a veces la alegria se escapa de su encierro, y somos afortunados si podemos vislumbrarla en ese momento.
ResponderEliminarque tengas un buen regreso.
Hermoso retazo que comparto...
ResponderEliminarQué pena que normalmente dejamos pasar de largo esos momentos que nos hacen de verdad felices.
ResponderEliminarMaravillosas palabras para empezar un maravilloso día.
Un beso,
YA E SMARTES..YA DEBERIAS ESTAR AQUÍ:
ResponderEliminar¡FELICIDADES!
Que tengas un día maravilloso y que te colmen de regalos
Besos