Cada vez se le hacia más fatigoso respirar, notaba como sus pulmones no soportaban el anhídrido carbónico que aspiraban y poco a poco le invadía el sopor. Sabía que la muerte por monóxido de carbono es una de las más dulces que existen, puesto que el cuerpo humano se va apagando cuando ya estás dormido.
El movimiento se detuvo, ya no sentía el temblor de la chapa ni las irregularidades del trazado pero le continuaba faltando ese aire tan necesario para respirar, aunque intentaba creer que los que le hubieran metido allí dentro no se habrían tomado tantas molestias para después dejarlo marchitar ante sus narices.
El aire fresco le hizo abrir la boca de una manera exagerada antes de que le cubrieran la cabeza con una bolsa de tela opaca, que no hacia sino reforzar más la oscuridad en la que se mantenían sus ojos con la cinta pegajosa que le habían puesto al principio.
El movimiento se detuvo, ya no sentía el temblor de la chapa ni las irregularidades del trazado pero le continuaba faltando ese aire tan necesario para respirar, aunque intentaba creer que los que le hubieran metido allí dentro no se habrían tomado tantas molestias para después dejarlo marchitar ante sus narices.
El aire fresco le hizo abrir la boca de una manera exagerada antes de que le cubrieran la cabeza con una bolsa de tela opaca, que no hacia sino reforzar más la oscuridad en la que se mantenían sus ojos con la cinta pegajosa que le habían puesto al principio.
Foto: Dani LC
Texto: Dsdmona
Jugando con la falta de aire nos dejas casi con la respiración cortada. Tomo nota de la peli, ayer vi Ágora y por lo mismos motivos creo que hay que verla, para ver si no repetimos.
ResponderEliminarSaludos y buenas noches autora.
Magnífica manera de recrear la opresión y esa falta de aire...
ResponderEliminarBesos
Dsdmona, no le dejes mucho tiempo ahi, que se va a asfixiar
ResponderEliminarUn beso
Juer!! que me falta el aire!!!!!
ResponderEliminarBesos,
niña que angustia...
ResponderEliminarno nos dejes asi...