Tres días con la familia

Léa debe viajar súbitamente a Girona donde su abuelo paterno acaba de fallecer. Allí le espera su familia, a la que prácticamente no ha visto desde que se marchó al extranjero. La muerte del patriarca de los Vich i Carbó es la excusa perfecta para forzar la convivencia entre sus descendientes. Los tres días que dura el velatorio, la misa y el entierro son un buen momento para observar ese juego de apariencias de una burguesía conservadora en la que todos los problemas son evidentes pero nunca explícitos. Léa rechaza este mundo hipócrita que se le adhiere a la piel como un traje hecho a medida. 

Cinta con la que ha debutado la cineasta Mar Coll, y que ha cosechado numerosos premios allí donde se ha proyectado o incluso ha ganado el Goya a la mejor dirección novel. Buenas cartas de presentación para este film que habla de la separación de la familia, de la distancia producida por los caracteres, el fingir que todo está bien por el que dirán o simplemente por no dar explicaciones y todo alrededor de un entierro, tres días en los que solucionar antiguos pleitos, redimirse de los errores o asumir que se cometieron ocupan todo el tiempo.

De movimiento lento no cansa ni aburre, además nos da la oportunidad de disfrutar de actores jóvenes en sus primeros papeles (espero que no los últimos) y grandes actores ya consagrados que lo vuelven a bordar.