El tesoro

Éste es un viejo país en el que han dejado huella remotos pueblos, y excavando un poco se encuentra uno con vasijas, estatuillas y hasta tesoros. Si, un tesoro celtibérico con brazaletes, anillos, arracadas, pendientes, de oro y plata, todo encerrado en una tinaja que un hombre que ara en un cortafuegos de un monte pone al descubierto. Llegar al fondo de nuestras propias raíces es hermoso, como dice uno de los jóvenes y entusiastas arqueólogos que han acudido al lugar para excavarlo más detenidamente. Pero no todo es fácil y apasionante y la palabra tesoro ya es por su ampulosidad sinónimo de conflictos. Los aldeanos que vigilan y olfatean sólo ven en las excavaciones a unos hombres raros que quieren robarles lo suyo, otros tesoros, y se va creando un cerco, una tensión peligrosa que puede estallar en cualquier momento. En esa zona de la Castilla pobre es inútil hablar de ciencia o cultura y las pasiones son siempre elementales. Por eso Miguel Delibes en este nuevo encuentro del campo y la ciudad da a cada personaje su valor auténtico, y además de poner de manifiesto el abandono campesino nos muestra a la gente del pequeño pueblo tal como son, con sus defectos, que se evidencian ante el descubrimiento del tesoro. Entre la codicia y la sospecha y el a veces excesivo celo de la prepotente administración quedará poco margen para un plausible protagonismo de la sufrida arqueología.

Relato corto que Senderos Íberos ha propuesto como lectura del mes de Abril, una excelente lectura que he devorado en una sentada. Intrigante, interesante y muy ameno ha resultado su lectura donde un tesoro fabuloso es el protagonista accidental de la lucha de dos pueblos vecinos, de sus odios y envidias, de una potente Administración que se cree capaz de domar y solucionar cualquier problema y tropiezo que pueda haber en las excavaciones.

Arqueólogos que enseñan su arte, sus técnicas e intentan superar la ignorancia del pueblo para sacar las raíces de los antiguos moradores de la península. 

Una lucha de poder entre la palabra, el arte y la cultura frente a la fuerza y la razón de los sentimientos.

Muy recomendable