Sandra ha decidido retirarse a un pueblo de la costa levantina: tiene treinta años, ha dejado el trabajo y, embarazada de un hombre del que no está enamorada, pasa los días en una suave inapetencia, intentando aplazar la decisión de qué hacer con su vida.
En la playa conoce a los Christensen, un matrimonio de octogenarios noruegos instalados desde hace años en el pueblo que la ayudan tras sufrir un mareo y la tratan como los abuelos que no ha tenido. Karin y Fredrik parecen la solución a los problemas de Sandra e incluso le ofrecen un sueldo por acompañar a Karin a las sesiones de rehabilitación, los paseos o las compras.
Nadie diría que esas tres vidas unidas al azar constituyen la razón de ser de Julián, un anciano que acaba de llegar de Argentina y que sigue paso a paso las idas y venidas de los noruegos. Un día Julián aborda a Sandra y le revela detalles del pasado absolutamente insospechados. Le cuenta, por ejemplo, que él es un superviviente del campo de Mauthausen, el campo de concentración que a Sandra sólo le suena por alguna película o algún documental, un horror en blanco y negro que no tiene nada que ver con ella. Y que los Christensen no son lo que aparentan ser. Aunque al principio Sandra no le da mucho crédito a Julián, poco a poco empezará a mirar de una forma nueva las costumbres, los amigos, las palabras y los silencios de la pareja de ancianos, sin darse cuenta de que el fin de su inocencia está poniendo en peligro su vida.
Podría haber sido una novela muy interesante, con un tema que me apasiona pero visto desde una visión distinta. Unos antiguos nazis que viven su retiro dorado en playas levantinas son descubiertos por un antiguo cazador de sombras en pleno declive implicando a una chica que sólo pasaba por allí.
Es una novela sin ritmo, no engancha, no tiene fluidez, repite los mismos argumentos y esquemas todo el rato siempre pensando que en algún momento todo arrancará y tomara velocidad y eso nunca sucede.
Un buen intento de libro que se quedó en eso... intento
0 comentarios :
Publicar un comentario