Último Brindis
Lo queramos o no
sólo tenemos tres alternativas:
el ayer, el presente y el mañana.
Y ni siquiera tres
porque como dice el filósofo
porque como dice el filósofo
el ayer es ayer
nos pertenece sólo en el recuerdo:
a la rosa que ya se deshojó
no se le puede sacar otro pétalo.
no se le puede sacar otro pétalo.
Las cartas por jugar
son solamente dos:
el presente y el día de mañana.
Y ni siquiera dos
porque es un hecho bien establecido
que el presente no existe
sino en la medida en que se hace pasado
y ya pasó...
como la juventud.
En resumidas cuentas
sólo nos va quedando el mañana:
yo levanto mi copa
por ese día que no llega nunca
pero que es lo único
de lo que realmente disponemos.
La poesía no siempre tiene que ser incomprensible y alejada de las palabras que todos conocemos y utilizamos de forma cotidiana. Hay un tipo de poesía donde todo se entinde, todo llega claro al lector y no por ello se disfruta menos. Uno de los casos es Nicanor Parra (San Fabián, Chile, 1914), el merecido Premio Cervantes de este año.
Foto: PabloC Flickr
No he leído nada de este poeta aún. Pero tengo que ponerme, que por el poema que has puesto, me estoy perdiendo uno de los grandes. Menos mal que por fin el Premio Cervantes se ha acordado de él.
ResponderEliminarBesotes!!!
!Hola soy una señora asidua a tu blog, quisiera que por favor, me digeras que libros, le puedo regalar a mis nietos en estas fiestas una de doce años y otro de cinco, me harias un favor maravilloso.
ResponderEliminarUn abraso.
Reyes.
lo queramos o no...
ResponderEliminarbellos versos
Reyes, muchas gracias por seguir el blog. me temo que no puedo ayudarte en lo que me pides, no acostumbro a leer novela juvenil e infantil y no estoy nada al día de lo que hay en el mercado. Lo siento.
ResponderEliminarD.
Molt merescut, sí señora! I, una bona manera de demostrar que la poesia pot no ser minoritaria.
ResponderEliminarPor lo menos, gracias a los premios, de vez en cuando vuelven a ser noticia los poetas. Sucedió en el Nobel y ahora en el Cervantes.
ResponderEliminarUn abrazo