Es una de las piezas insignia del elegante comediográfo Nöel Coward, representante de la fina esencia del humor inglés. Consiguió con esta obra uno de sus éxitos más clamorosos.
Carlos es un famoso guionista de televisión que, en compañía de su segunda esposa, se aísla de los ruidos de la ciudad en un chalet de la costa. En este idílico paisaje, este galán maduro busca la inspiración para un nuevo proyecto audiovisual: una ambiciosa serie de televisión sobre espíritus y fantasmas.
Con la intención de documentarse sobre el mundo del ocultismo, Carlos acaba llamando a la consulta telefónica de Madame Arcati, una estrambótica profesional de los contactos con el más allá que se anuncia en la televisión local.
La visita de Madame Arcati, con sesión de espiritismo incluida, termina con consecuencias dramáticas: el espíritu de Elvira, la difunta primera esposa de Carlos, decide quedarse un tiempo de visita entre los vivos. Este fantasma juguetón intentará hacer la vida imposible a Ruth, la nueva pareja de Carlos, con la intención de recuperar lo que ella cree que es suyo.
La anuncian como una gran comedia donde la risa está garantizada pero para ser objetiva esta versión no es la mejor adaptación de la obra de Coward.
Se hace larga y hasta aburrida. Los actores tienes momentos lúcidos pero son escasos. La mejor para mi gusto, y precisamente por sobre actuada, es Mercè Comes. el resto tiene una actuación más bien discreta.
Esta claro que no ha sido la mejor obra de teatro que he visto este año.
A ver si hay mejor suerte la próxima vez.
ResponderEliminarBesotes!!!