En su juventud, Ricki decide abandonar a toda su familia para alcanzar su sueño de ser una importante, rica y famosa estrella de rock.
Años más tarde, su ex marido Pete contacta con ella pidiéndole que viaje hasta Chicago para visitar a la hija que tienen en común, Julie, pues se está divorciando y está pasando por un momento muy duro.
Ricki, arrepentida, acude al encuentro con su hija para hacerla sentir mejor.
¿Cuánto sacrificio es capaz de soportar una persona con tal de conseguir su sueño?¿Conseguir un sueño es compatible con una vida familiar?
Ricki sacrificó su familia y su felicidad por el sueño de triunfar en el mundo de la música, ahora treinta años después su carrera musical es más bien mediocre y ha perdido el amor y el apoyo de su familia a la que hace décadas que no ve, sólo cuando su ex marido la llama por la separación de una de sus hijas Ricki se dará cuenta de que todos sus sueños le han impedido tener y lo que se ha perdido y ha hecho perder a los demás.
A partir de ese momento intentará, a su manera, devolver todo el daño causado con más o menos fortuna.
Una película con tintes dramáticos, sobre los valores familiares y los sueños cumplidos o incumplidos, la redención y el perdón por encima de todos los hechos acaecidos y un pasaje directo al lucimiento personal de una actriz, Meryl Streep, que a estas alturas tiene pocas cosas que demostrar.
Entretenida para una tarda de domingo de manta y té.
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