Mr. Vértigo


Ésta es la historia de Walt, el niño al que el Maestro Yehudi enseñó a levitar y a volar. La historia de un adolescente que se convierte en adulto y pierde la magia. La historia de un hombre que trata desesperadamente de reencontrar el sentido de su existencia. La historia de un país, Estados Unidos, desde los «felices años veinte» hasta la dura posguerra. Una vez más, Paul Auster, dueño de una prosa admirable y de una poderosa imaginación, logra atrapar y fascinar al lector con una novela que toma como punto de partida uno de los más ancestrales sueños del ser humano: el deseo de volar.

La compré hace quizás un año largo pero había estado en la librería olvidada todo este tiempo (el estar escrita en catalán es casi lo que más me frenaba) y el otro día me llamó desde su estante, no pude evitar volver a fijarme en su portada, y a partir de ahí todo fue muy facil. Abrí la cubierta y me he quedado enganchada a sus páginas hasta el final. Una historia dentro de la historia de un país, a través del crecimiento de Walt vemos también algunos de los hechos históricos más importantes de Estados Unidos. Un niño que empezó siendo un huérfano desgraciado, que toco la fama con los dedos y luego volvió a descender a los infiernos. Una historia de amistad, de compañerismo, de padres que no lo son en realidad, de amigos que no tienen nada en común más que la admiración mútua, de la evolución gracias al trabajo, de lo que cuesta conseguir fortuna y lo rápido que puedes perderla. De perdedores y ganadores. De conformistas y vitalistas, de una historia que podría ser la de cualquiera de nosotros (salvando las distancias está claro).

Lo he dicho muchas veces pero es que este hombre (Paul Auster) tiene algo especial en sus manos que hace de las palabras lo que quiere.

Tienes que aprender a dejar de ser tú mismo. Ahí es donde empieza, y todo lo demás viene de ahí. Debes dejarte evaporar. Dejar que tus músculos se relajen, respirar hasta que sientes que tu alma sale de ti, y luego cerrar los ojos. Así es como se hace. El vació dentro de tu cuerpo se vuelve más ligero que el aire que te rodea. Poco a poco, empiezas a pesar menos que nada. Cierras los ojos; extiendes los brazos; te dejas evaporar. Y luego, poco a poco, te elevas del suelo.
Así.

4 comentarios :

  1. Lo compraré apenas pueda.
    gracias.

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  2. Adoro a Paul Auster, voy corriendo a comprarlo y te cuento, amorcito, tiene una pinta bárbara.
    Un besazo fuerte, ya estoy por mi casa, lo sepas¡

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  3. A mi también me llama esa portada. Creo que lo leeré pronto pronto.

    Un beso grande.

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  4. el ultimo fragmento me recordo ala cancion aire...de mecano...no es que se parezca...es que me senti levitar igual que cuando la escucho...
    como admiro lo rapido y la cantidad que lees...

    que alegria cuadno ves una recomendacion cinematografica y tu ...¡¡ la tienes¿¿¿..
    verdad?....
    ami me pasa iguall..
    aun tengo mpendientes muchas de tus recomendaciones...
    la ultima que posteastes no se oia despues de bajarla...en fin...todo llegara..
    ojala te guste cometas en el cielo...es muy bonita (al menos para mi)

    besicos niña...

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