Paradero desconocido

Se publicó por primera vez en 1938 y en poco tiempo fue considerado una obra maestra. New York Times Book Review afirmó en 1939: "Esta historia es la perfección misma. Es la denuncia más rotunda del nazismo que haya aparecido jamás".

El libro cuenta la historia de dos amigos y socios en el mercado de obras de arte, Martin Schulse, un alemán, y Max Eisenstein, un judío estadounidense, que viven en California. En el año 1932, Martin decide volver a Alemania con su familia. Empieza a partir de ese momento un intercambio de cartas en las que enseguida se descubre, a través de los detalles de su relación profesional y personal, la sombra de la situación política de Alemania.

Dos amigos, hermanos del alma, socios en un negocio se separan . Max, judío, se queda; Martin, alemán, se va... no tendría mayor importancia si no fuera porque este viaje cambia sus vidas; no por el viaje en si sino por las consecuencias.

Martin aterriza en una Alemania devastada y empobrecida por la I Guerra Mundial, odiada por la mitad de Europa y con graves problemas sociales. Con dinero todo se puede comprar y Martin se erige como uno de los potentados de la ciudad gracias al dinero hecho allende los mares. Compra una gran casa para su mujer y sus hijos, buenos trajes, mobiliario, criados, organiza fiestas, se codea con la más granada sociedad mientras el resto de la población apenas puede comer.

Max intenta mantener el negocio a través de las cartas, explicando cuanto y a quienes ha vendido los cuadros, enviado extractos de las cuentas y diciendo como les echa de menos y que podrían ayudar a su hermana que ha decidido ser actriz...

Martin contesta las cartas animando a Max pero poco a poco las misivas cambian de tono, quizás no deberían escribirse, tienen responsabilidades en el gobierno local y no está bien visto mantener contacto con judíos, ni de aquí ni de allí...

Max no comprende, Martin insiste... todo ha cambiado, Hitler lo ha cambiado.

Descubrí el texto gracias a una obra de teatro que están representando en La Villarroel, me ha impactado y como en tantas obras sobre esta época todos pierden de una manera u otra