Rebeca

Maxim de Winter regresa a Manderley, la casa en la que vivía con su primera esposa, Rebecca, que murió ahogada en el mar. Regresa con su nueva e inocente mujer, la cual descubrirá que Manderley no es el mundo perfecto que ella cree: allí vive también la inquietante señora Danvers, el ama de llaves, quien no sólo no acepta a la joven, sino que constantemente le recuerda la figura de Rebecca, la única e insustituible señora De Winter.

Célebre libro en el que se basó la película homónima de Alfred Hitchcook ha estado en mi lista de pendientes desde tiempo inmemorial pero por una razón u otra no encontraba nunca el momento de leerla. Y me alegro de haberlo hecho.

Un hotel de Mónaco es nuestro primer escenario, una mujer cuyo único objetivo es conocer a hombres pudientes que la saquen de su miseria intenta llamar la atención de uno de los viudos de oro que habitan sus habitaciones. Todo parece ir bien hasta que debe guardar cama...

Maxim de Winter no pretendía enamorarse, ¿olvidar? quizás pero al encontrarse con la doncella de la señora todo cambia. Se casan en menos de un suspiro y la nueva señora de Winter va a tener que lidiar con un recuerdo más que vivo y una ama de llaves que no lo va a poner nada fácil.

¿Se puede sustituir a una esposa muerta en trágicas circunstancias?¿Podrá un amor más joven triunfar por encima de sombras?¿Es en Manderley todo igual de lo que aparenta? A través de sus páginas y sus palabras vamos descubriendo la historia, pasada y presente, sus cambios, sus bajadas y subidas y finalmente el momento de las confesiones. ¿Es el amor suficiente?¿El misterio que rodea todo hará sucumbir a la nueva señora?

Son algunas de las preguntas que pueden responderse sólo si llegas al final de esta inquietante novela donde parece que no pase nada pero te das cuenta de que ha sucedido mucho y tú, al terminar, ya no será nunca la misma persona que cuando lo empezaste.

Recomendadísimo