La verdad

Para mitigar el sufrimiento de su abuela Elsa, una reconocida psicóloga infantil que padece una enfermedad incurable, Anna Ahlqvist le ofrece compartir los pequeños placeres que ambas adoran: hornear pasteles, disfrazarse juntas o improvisar un picnic en el parque. 

Durante uno de esos momentos de cálida intimidad, Anna se prueba un viejo vestido y una puerta que parecía cerrada para siempre se abre hacia el pasado. El vestido no perteneció a Elsa sino a Eeva, una joven mujer que había cuidado de la madre de Anna durante los largos viajes de su abuela. Y aunque el recuerdo de Eeva ha sido silenciado por todos, es la propia Elsa quien decide revivirlo. Riikka Pulkkinen demuestra un prodigioso talento para describir la complejidad de las emociones de la manera más delicada. 

Centrada en los infinitos matices del universo familiar, La verdad aborda las distintas formas de amar y perdonar, y cómo la memoria juega con nuestros recuerdos para protegernos de los más dolorosos. 

Salamandra siempre tiene unos libros que acostumbran a gustarme mucho, no estoy demasiado al día de las novedades así que vi este libro en el blog de Devoradora de libros y me llamó la atención.

Dejando a parte el tema de los nombres impronunciables tanto de personajes y de lugares que tienen las novelas nórdicas me gusta descubrir que no todo es novela negra en esos fríos lugares.

Tienen una luz especial y una manera de contar las cosas de manera distinta, puede que más íntima. Mucha de las acciones suceden en casas, en sitios cálidos y reconfortantes donde se da más una intimidad medida y un ambiente proclive a las confidencias.

En este ambiente una nieta descubre el secreto más importante de sus abuelos, matrimonio idílico a sus ojos hasta ahora. Justo cuando la abuela está enferma y necesita toda la tranquilidad estalla en pedazos el recuerdo encerrado en lo más hondo.

¿Debe ahondar en él?¿Lo sabe alguien más?¿Debería decírselo a su madre y hermanas?¿le puede servir a ella misma?

A lo largo de la novela vemos como esas preguntas flotan en el aire a medida que conocemos que sucedió en aquella casa en esa época, como trae recuerdos buenos y malos y al mismo tiempo que comprobamos que la vida se escapa tan rápido que no podemos hacer mucho más que verla pasar.

Sin dudarlo es un muy buen libro, buena escritura, una historia que tiene cuerpo y que nos llena, a veces, con risa y, otras, con llanto pero que no deja indiferente. Eso si si buscáis acción y grandes aventuras no es el libro para hacerlo. 

Yo diría que es más bien un libro de invierno, de manta y café/té humeante bajo la manta.

8 comentarios :

  1. Me da la sensación de ser un libro algo aburridillo. No creo que sea para mí, y la trama tampoco me atrae lo suficiente.

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  2. Pues me lo llevo como libro de invierno, me gusta todo lo que cuentas, las lecturas tienen sus momentos. Siendo buen libro, buena escritura y una historia con cuerpo ya lleva medio camino ganado.
    Besos

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  3. Me acabas de recordar de una forma bonita a alguien que quise mucho. Gracias

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  4. Creo que este libro me encantaría. Me lo llevo!
    Besotes!!!

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  5. Me gusta lo que nos cuentas del libro, no lo conocía pero estas lecturas pausadas "de manta y café" como bien dices... me encantan
    Besos

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  6. Verdad verdadera... ya tenía fichado el libro, y de hecho está a punto de meterse en la manta eléctrica, que parece que le ha gustado más que la manta normal ;)

    Besos

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  7. que argumento mas chulo... apuntado

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  8. Me lo apunto. Es cierto que a veces entre tanta vorágine de novelas negras, historias trepidantes, viajes por países lejanos, este tipo de lecturas reposadas apetecen e, incluso, se necesitan.

    Bs.

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