La playa de los ahogados

Una mañana, el cadáver de un marinero es arrastrado por la marea hasta la orilla de una playa gallega. Si no tuviese las manos atadas, Justo Castelo sería otro de los hijos del mar que encontró su tumba entre las aguas mientras faenaba. 

Sin testigos ni rastro de la embarcación del fallecido, el lacónico inspector Leo Caldas se sumerge en el ambiente marinero del pueblo, tratando de esclarecer el crimen entre hombres y mujeres que se resisten a desvelar sus sospechas y que, cuando se deciden a hablar, apuntan en una dirección demasiado insólita. 

Un asunto brumoso para Caldas, que atraviesa días difíciles: el único hermano de su padre está gravemente enfermo y su colaboración radiofónica en Onda Vigo se está volviendo insoportable. 

Tampoco facilita las cosas el carácter impulsivo de Rafael Estévez, su ayudante aragonés, que no acaba de adaptarse a la forma de ser del inspector.

Segunda novela que leo de Domingo Villar después de "Ojos de agua", con la misma pareja protagonista que tan buenos momentos me hizo pasar en la anterior entrega.

Se nota que ya no es una obra primeriza, la extensión, la redacción incluso el crimen es mucho más complejo y retorcido que en la primera entrega. Además como ya conocemos a los protagonistas ya sabemos de que pie cojean y por donde pueden salir en sus acciones.

Eso permite una evolución en sus caracteres, y en dedicar mucho tiempo en explicar bien el crimen y la investigación, dejando filtrar algunas dosis familiares para conocer un poco más a nuestros protagonistas.

Un crimen nunca es fácil de investigar pero si además parece que tiene su inicio en el pasado, que nadie parece querer hablar porque tienen miedo de algo o alguien entonces todo parece complicarse muchísimo más.

Me gusta como va tratando el caso, pausado, buscando, intentando unir todos los cabos que le van dejando, intentando descubrir cualquier indicio más allá de las palabras no dichas para al final completar el puzzle y ofrecernos la imagen completa.

Una buena novela que espera la tercera parte de esta peculiar pareja de inspectores.