El propietario de la mansión es un aristócrata español amante de la buena cocina y ávido lector de las actas de la Inquisición, pero también de los textos del místico Ramon Llull.
Antes de la bella Saturnine, otras ocho mujeres le alquilaron una habitación y desaparecieron en misteriosas circunstancias.
Como en los mejores cuentos de hadas, en esta fantasía siniestra la autora dosifica humor y horror, pervirtiendo y subvirtiendo la fábula en la que se inspira.
Hacía tiempo que no leía nada de esta autora, acabé un poco saturada de tanto histrionismo, y ese alejamiento me ha hecho coger con más ganas esta nueva novela.
Esta vez alejada aparentemente de la autobiografía nos regala una re-interpretación de la fábula de Barba Azul. Con un aire más moderno aunque recargado de historia por el lugar donde sucede toda la acción, un viejo palacio.
Una chica encuentra un alquiler muy económico en un palacio. Poco le importan los rumores de que todas las anteriores inquilinas han desaparecido, está en pleno centro y el precio es un chollo. ¿Qué hay que aguantar a un propietario algo distinto?pues se pone buena cara... Continúa siendo un chollo. La única condición es no entrar en una sala prohibida, el resto del palacio puede disfrutarlo como desee.
Quizás las otras mujeres no cumplieron la norma y por eso se marcharon pero ¿qué hay en esa habitación que tiene semejante prohibición?
Una novela corta, intensa, que se lee de una sentada y que mantiene la intriga en el extraño comportamiento del propietario y esa misteriosa habitación.
Un buen acierto para reencontrarme con esta autora.
Me encanta esta autora =)
ResponderEliminarLo leeré seguro.
Besotes