Salvar a Mozart

Otto J. Steiner, austriaco, con algún ascendiente judío, está recluido en un sanatorio de Salzburgo, víctima de la tuberculosis, mientras que en el mundo exterior tienen lugar graves acontecimientos políticos. 

En verano de 1939, poco tiempo después del Anschluss, Steiner, melómano y hombre de gustos refinados, empieza a relatar en un diario su humillante vida de enfermo, solo y en precarias condiciones materiales, a la vez que en sus palabras se va manifestando no sólo un intenso amor por la música, sino un profundo conocimiento de ella. 

Se acerca el 17 de julio de 1940, día de la inauguración del Festival de Música en el Mozarteum, con la presencia de altas jerarquías nazis. Karl Böhm figura como director de la orquesta y Schneiderhan, como solista. Pero este día también es el de la venganza de Steiner, preparada con minuciosidad, solapada, sutil, contra la brutalidad y la incultura nazis. Una gratificante venganza.

Cuando una editorial tiene una colección con el nombre de "Los ineludibles" puede ser una llamada de atención y publicidad o que realmente esos libros sean libros que todo el mundo debería tener o al menos haber leído. En este caso se cumple la segunda premisa.

Un sanatorio debería ser siempre sinónimo de lugar de curación pero en determinadas épocas de la historia del hombre hablar de sanatorio era más bien hablar de cárceles o sitios donde se mandaba a enfermos condenados, donde se les escondía del resto de sus congéneres y se les apartaba como parias.

En este caso es algo parecido hasta que las fuerzas invasivas necesitan las instalaciones para ingresar a sus soldados enfermos y heridos. Me adelanto, eso es el final de la historia, al principio Otto está allí para "tratar" su enfermedad pulmonar, aún está en un estadío poco grave y las salidas al exterior todavía le son permitidas. En este contexto Otto sigue teniendo algo de trabajo gracias a los artículos que le encarga su antiguo jefe pero cuando los nazis avanzan sus líneas y lo ocupan todo los artículos desaparecen, la renta de su alquiler (la que le mantiene tener ciertos privilegios en el sanatorio) es inexistente y lo único que mantiene a Otto con ganas de salir adelante es la próxima celebración del Festival Mozart.

Es el acontecimiento del año, casi una fiesta nacional para los habitantes de Salzburg y una ruina como austríacos si Hitler consigue anularlo. Otto buscará una manera resolutiva de vengar la afrenta sufrida por sus conciudadanos y él mismo en ese festival pero para ello deberá poner todo su ingenio para hacerlo sin que nadie se de cuenta.

Me recordó a las novelas cortas de Zweig, su delicadeza pero a la vez la contundència en sus palabras, la historia bien montada, basada en hechos reales, un personaje entrañable como Otto y una tensión que dura desde la primera página.

Realmente es un Ineludible.

2 comentarios :

  1. De todos los ineludibles leídos, solo me falta el último, es el que más he disfrutado.
    Besos.

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  2. A mí también me gustó mucho
    Besos

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