Siempre en las viejas fábulas seduce la virtud de encarar
los asuntos más hondos del alma desde la sencillez de la vida de los animales.
Una sombra en Pekín hereda aquella trasparencia, la sorpresa y el candor de los
antiguos fabulistas para hablar, ahora, de la gran ciudad, de la soledad y del
paso del tiempo con personajes de carne y papel que tienen nombres de animal:
la tortuga, cuya fortuna arruinó a un tiburón, que ama a una rana y desama a
una paloma. En la época indefinida donde ocurren los cuentos, en un país –China-
tan lejano en los mapas como inmediato en los sentimientos, un anciano afinador
de pianos describe con la caligrafía de su presente el vacío que ha sido su
vida desde que salió de su pequeña ciudad para emigrar a la metrópoli. Una fábula
que recurre a la ambientación más distante para dibujar con mayor exactitud el
retrato de nuestro tiempo.
Los nombres representan animales, y los animales representan
caracteres… candidez, ferocidad, tenacidad… todo esto se descubre cuando
conocemos la vida de Wu Guî, la que nos cuenta de camino a su aldea, aquella
que le vio partir hace demasiado tiempo, según él, y a la que retorna para no
irse jamás.
Sólo tiene un cuaderno y unos recuerdos viejos, de cuando su bisabuelo empezó el
negocio, con aquel primer piano en la Casa Grande, está herido pero eso es presente
así que debemos leer toda su historia para conocer como ha llegado hasta este
punto; como cambió una pequeña aldea donde fue una persona importante para terminar en la capital del país, sin trabajo y sin dinero. Como se enamoró de la persona equivocada, como aprendió de
nuevo a amar su trabajo, en definitiva como sobrevivió a una vida que nunca
debió ser tan dura…
Descubrí el libro en el blog de Carmen, me enamoré y
amablemente la editorial Traspiés me lo envió para poder deleitarme con él.
Apenas ochenta páginas, demasiado cortas para tanta belleza (no exenta de
sufrimiento, nunca todo fue fácil), para tanta delicadeza en sus palabras, y
con unas ilustraciones magníficas.
He disfrutado mucho con esta lectura y la recomiendo a todos
aquellos que les gusten las fábulas y cuentos, que disfruten con la belleza de
las palabras y de las historias.
También lei la reseña de Carmen y me quedé con muchas ganas de leer el libro y ahora con la tuya han aumentado, me alegro de que te haya gustado tanto
ResponderEliminarun beso!
Ya sabía yo que te iba a gustar, Dsdmona. No podía ser de otra manera... Precioso libro!! Tengo ganas de leerme también, pero por aquí no lo he encontrado, Doménica del mismo autor.
ResponderEliminarBesines y gracias por el enlace!
Parece una delicia este libro. Habrá que hacerse con el.
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