Les llàgrimes de Santa Eulàlia

Santa Eulàlia

Según la tradición cristiana, santa Eulalia vivió en el barrio de Sarrià en los tiempos del emperador Diocleciano (284-305) durante el siglo III o IV, siendo papa san Marcelino.Durante la persecución de los cristianos en la región, Eulalia, una muchacha de entre 13 y 15 años escapó de una casa de campo donde sus padres la habían encerrado para que no se entregase a las autoridades, abiertamente confesó su fe y fue entregada al martirio.Fue víctima de diferentes tormentos y murió en la cruz, si bien hay serias dudas sobre la historicidad de la narración de su martirio.De acuerdo con la tradición, uno de estos tormentos consistió en lanzarla rodando dentro de un tonel lleno de vidrios rotos por la calle (actualmente llamada Baixada de Santa Eulàlia), donde hay una imagen de la santa en una pequeña capilla.Dice la leyenda que fue clavada desnuda en una cruz de forma de ´X´ (forma conocida como cruz de Santa Eulalia). En aquel momento para preservar su intimidad le crecieron los cabellos y comenzó a nevar.  

Fue canonizada y se considera santa tanto por la Iglesia Católica Romana, como por la Ortodoxa. Sus despojos fueron localizados en 878 por el obispo Frodoino y trasladados solemnemente a la catedral. 

Fue proclamada patrona de la ciudad.

Virgen de la Mercè

En 1218, la noche del 23 al 24 de Setiembre la Virgen de la Mercè se presentó ante Jaume I, Sant Pere Nolast i Sant Ramon de Penyafort para encargarles la misión de crear una orden religiosa para, entre otras cosas, rescatar a los cautivos cristianos de los musulmanes, también debían ser diestros en el arte de la batalla (conviertiéndose en una orden militar desde sus inicios). La creación de esta orden permitió a Jaume I la expansión territorial con la conquista de las taifas de Mallorca y Valencia así como la expansión mercantil de los catalanes. 

El cambio

En 1667 hubo en la ciudad una grave plaga de langostas, los habitantes se encomendaron a la patrona de la ciudad pero ante la pasividad de ésta, cambiaron sus rezos en favor de la Virgen de la Mercè. Al poco tiempo de iniciar sus rezos la plaga desapareció y los barceloneses ya no sufrieron el desabastecimiento de trigo. Ante este milagro las autoridades proclamaron a la Virgen de la Mercè como nueva patrona de la ciudad aunque Roma no lo aprobó oficialmente hasta dos siglos más tarde (1868). 

Según la tradición este hecho no gustó a la antigua patrona, Santa Eulàlia, y dejo mostrar su enfado y disgusto a los habitantes de la ciudad haciendo llover durante los días de fiesta de su rival, aunque muchos piensan que esa lluvia no es su enfado sino su tristeza en forma de lágrimas.

Esa es la razón tradicional de porqué siempre llueve en las fiestas de mi ciudad.