¿Por qué lloras? me preguntaste y no te pude responder, ni yo misma lo sé. Nunca había llorado tanto como desde que estoy contigo, tú, sólo tú tienes ese extraño poder sobre mi, la reina de hielo.
Tus palabras provocan en mi un torrente de lágrimas. Generalmente, en otras ocasiones, esas lágrimas resbalan por todos los poros de mi piel y terminan evaporándose antes de llegar a ningún órgano vital pero las que tú provocas, son duras, puntiagudas y van dejando rastro por cada sitio que recorren de mi anatomía, no se evaporan, se clavan allí donde más duele para recordarlas una y otra vez, para siempre. Mi corazón está agujereado de tanto pincho, aguado de tanta agua y con una costra de sal que le impide latir con la misma fuerza de antes.
Son lágrimas amargas con sabor a incomprensión y a derrota, de unos argumentos que nunca llegan a tus oídos y siempre son calificados como reproches por quedarse en la corteza, y yo me siento más y más pequeña cada vez, más deshidratada y menos salada... porque nunca lloré tanto como desde que estoy contigo...
Foto: Mary Annes
Texto: Dsdmona
Hay que estar muy triste para escribir algo así, incluso para imaginarlo. Ten cuidado, las lágrimas pueden convertirte en un ser con ojos de lluvia, otra lludria... Luego no hay marcha atrás!!
ResponderEliminarUn abrazo cálido de sábado lluvioso!!
Desgarrador. Si un escritor, como dicen por ahí, ha de sentir lo que escribe, ha tenido que ser terrible escribir estas líneas.
ResponderEliminarUn beso,
Thanks to the owner of this blog. Ive enjoyed reading this topic.
ResponderEliminarMuy bonito texto dsdmona
ResponderEliminarMaggy