La idea nació un día en el trabajo. Se me había ocurrido un pequeño texto al que titulé "Deseo", y al escribirlo me aparecieron diferentes formas de deseo, lo que diferentes personas en diferentes momentos pueden llegar a desear, cuales serían sus anhelos... y con esa premisa escribí varios textos que colgué en este blog paralelo. Ahora después de tiempo sin ocuparme de él, he pensado que sería una buena idea continuar explorando esa necesidad de la gente. ¿Qué pueden tener en común una niña, un enfermo o un hombre casado? sueños, deseos que ayudan a continuar con la vida (mejor o peor). Así que os invito a que descubrais los deseos ajenos o porqué no, los vuestros también, quizás algún día os deis cuenta que habeis protagonizado uno de los deseos de mis neuronas.
No tengo intención de abandonar este blog (por si teníais algún miedo os digo que todavía tendreis que soportarme un rato más) y Quemando neuronas puede ser que adelante mucho en pocos días como luego haya tiempo en que no haya avance.
Si quereis curiosear: Quemando neuronas
Me han gustado especialmente el Deseo I y II. ¿Por qué serán tan incalcanzables a veces los deseos? "Deseo un beso"... parece tan sencillo...
ResponderEliminarSaludos filósofa de la vida. Buena semana. Ciao.
"Te soportaremos" gustosamente unos cuantos años más 100 o 200 y ya...
ResponderEliminarMe paso por el blog paralelo para investigar porque la idea me ha parecido de lo más sugerente para contar historias...enhorabuena
besos