Cuando, pocos años después de terminada la Guerra, Etsuko queda viuda, ha de trasladarse a la finca de su suegro, tierra adentro cerca de Osaka. Su peculiar Sed de amor, nutrida de los celos, el deseo y el odio llevados hasta un extremo morboso, explorará allí otras formas de manifestarse. Si bien en un principio Etsuko se plegará a la autoridad natural del jefe de la familia, será finalmente un joven e ingenuo sirviente quien concentre sus obsesiones y frustraciones.
A pesar de no dejar de intentarlo, no le encuentro el punto a la literatura oriental, en especial a la japonesa. Las historias tienen "punch", son muy visuales, incluso aromáticas pero son de desarrollo lento, tedioso incluso y convierten una buena trama en una soporífera lectura. Lo mismo me ha ocurrido con esta novela de 1950. Una viuda vive en casa de su suegro, bajo su dominio, enamorada de un sirviente. Durante toda la novela se describe el ambiente en la casa, con el patriarca enterado del amor de su nuera, las tribulaciones de la viuda para hacerle ver al sirviente su amor por él. Sus triquiñuelas para obtener sus favores y sus desvelos negados.
Nos enseñan los diferentes estratos de una misma família y el gobierno casi tiránico del padre.
Si el ritmo hubiera sido un poco más rápido el libro estaría muy, muy bien.
PD: Voy a hacer un último intento para demostrame que la literatura japonesa puede ser distinta, ya os contaré.
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¿Has leído algo de Yasunari Kawabata? A mi me encantó y disfruté "Lo bello y lo triste". Un beso
ResponderEliminarTienes una paciencia digna de elogio por intentar pillarle el punto a la literatura oriental.
ResponderEliminarNo me ha pasado con muchos,aunque algunos que no eran orientales, me han resultado tan infumables que los he dejado sin terminar porque no me decían nada o no me estaba enterando ni de qué iban.
En cambio, he disfrutado leyendo todos y cada uno de los que he leído este año, que son bastantes.
Un beso.
silenceisgolden
y a mí que la literatura japonesa me gusta por su ritmo lento...
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