La búsqueda de ese sabor original y maravilloso que bien podría ser una golosina, es la excusa para recorrer el itinerario de una existencia consagrada a la gastronomía. La autora describe los placeres de la mesa con tal voluptuosidad y sensualidad que logra excitar las papilas gustativas. Una golosina, es un dulce para nuestro paladar de lector que hay que saborear desde el primer bocado...
Un libro lleno de sabor, de olores, de digestiones... que más vale no leer cuando tienes hambre. Tan visual que te parece estar comiendo, oliendo, masticando lo mismo que nuestro protagonista. Una persona fría y calculadora que ha ido apartando de du lado a todo aquel que no necesitaba, aprovechándose de su postura de fuerza para jugar a ser Dios y destruir o ensalzar la carrera y las vidas de muchos trabajadores que ponían todo su empeño en ello, sin ni siquiera inmutarse... sentirse solo y sólo desear encontrar aquel sabor de su infancia, sin preocuparse de que puede estar sufriendo su familia o los pocos amigos que le puedan quedar.
Una novela muy gastronómica contraindicada para aquellos que quieran mantener la línea
Me gusta el estilo de esta autora, en este libro nos presento uno de los personajes que creiamos carente de sentimientos
ResponderEliminarEste libro no lo conocía y se antoja, ni importa que engorde eh? jeje..
ResponderEliminarSolamente leí de la autora La elegancia del erizo y me gustó.
Leí varios de tus textos anteriores, y tienes libros interesantes para leer. Apuntados.
Abrazos.
vale, pues no lo leo, que me gusta mucho comer :-)
ResponderEliminaral principio me sonó a "el perfume".
saludos.
Uiiii, en serio que es para tanto???? mmmm... entonces me lo pensaré...
ResponderEliminar;)
Otro para la buchaca...y nunca mejor dicho...
ResponderEliminarbesos
Apetecible esta nota. ¿Cuál de los sentidos es el más importante?. Será interesante descubrirlo. Preciosas fotos, quedan perfectas para este lugar.
ResponderEliminarUn saludo lectora viajera. Buen fin de semana y que el viernes te sea leve. Saludos muchos.
¿A ti también te entraban ganas de atacar al frigo y ponerte a cocinar mientras lo leías? ^^ Un besazo, Dsdmona
ResponderEliminarResulta interesante. Como punto negativo está la autora, cuyo estilo me parece más bien pobre. Pero el tema es atractivo y el enfoque apetecible. Me gusta cuando una novela entona un canto al placer en, lo que parece ser, un estilo más bien sibarita. Es, en cierta manera, la quintaesencia del ideal estético de la suma subjetividad. Me ha quedado todo muy pedante así que lo resumiré diciendo que detesto que un escritor no consiga evitar dejar de lado en su novela sus ideales sociales. Los lectores, como toda la humanidad, son sujetos. Y al sujeto lo que más le interesa es lo que sea más subjetivo. Y los placeres de la vida, como puede ser la gastronomía, son de los temas más subjetivos que hay. Pudiéndose además enfocar de una manera que cada lector proyecte su propia opinión. Buscaré más reseñas y le echaré un vistazo personalmente antes de decidir qué hacer. Gracias por reseñarlo.
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