Si a los tres años no he vuelto

Esta novela empieza donde terminan las historias felices: dos jóvenes, Luis y Jimena, viven la plenitud de su amor.

Sin embargo, los mundos en los que viven -el de ella, rural y pobre; el de él, sofisticado y burgués-, el país en el que viven -una España arrasada por el fanatismo- y, sobre todo, el momento que les toca -el final de la guerra- se confabulan para que se separen.

Apenas una adolescente y embarazada, Jimena, cuyo único delito ha sido enamorarse, es encerrada en la cárcel de mujeres de Ventas. Allí gobierna con mano de hierro María Topete, hija de una aristocrática familia, educada para mandar.

Frente a una antagonista de ese calibre, para Jimena sólo cabe un destino de desesperanza... o no.

Es el libro escogido por la web Senderos Íberos para el club de lectura del mes de Noviembre.

Sobre la Guerra Civil se han escrito infinidad de libros, sobre los que ganaron, los que perdieron, de los ganadores, de los perdedores... En este libro cohabitan los ganadores y los perdedores. No se juzga no se decanta ni por un lado ni por el otro, simplemente narra la historia de dos jóvenes que vivieron en una época convulsa y que lo intentaron todo para sobrevivir y poder disfrutar del amor que se profesaban.

Aprovechando la historia nos encontramos con personajes reales, con grandes dotes  de ser los más odiados de la novela pero a veces aunque actúen de forma incomprensible por su insensibilidad hay actos, detalles que nos enseñan que detrás de todo ese odio quizás en algún momento hubo un corazón que dejó de latir en un instante concreto.

Según la biblioteca está clasificado como novela romántica, aunque también podría serlo de historia, de aventuras... porque es todo eso y más... pero para descubrirlo hay que leerlo, lo recomiendo.