El carácter autobiográfico de esta hermosa y emocionante exploración del ser más profundo queda evidente en las características de su personaje principal, Helen, una escritora de edad madura y arquetipo de la mujer moderna y emancipada.
Helen prepara con esmero el cuarto de invitados a la espera de la llegada de su vieja amiga Nicola, tan bohemia e independiente como ella. Nicola va a quedarse tres semanas para someterse a un tratamiento de medicina alternativa, aunque muy pronto se hace evidente que se encuentra más enferma de lo que ella misma está dispuesta a aceptar.
Por su parte, Helen, convertida en enfermera, ángel de la guarda y juez, apenas puede disimular su disgusto por la extravagante cura en la que su amiga confía ciegamente.
El desacuerdo entre ambas no sólo genera una inesperada brecha en su amistad, sino que las mueve a reflexionar hasta qué punto están dispuestas a sacrificar los intereses propios por ayudar a otra persona, poniendo en peligro un estilo de vida al que no desean renunciar.
Ha sido el libro escogido por Senderos Íberos para el club de lectura del mes de Septiembre.
Libro intimista, autobiográfico y lleno de sentimiento que es muy difícil que no te deje removida y con un gran poso después de su lectura.
¿Quién no ha tenido una amiga, conocido, familiar sufriendo un cáncer?¿Quién no ayudaría todo lo que en su mano estuviera para apaciguar y calmar el dolor o la desazón de la situación?
Esto es lo que le ocurre a Helen cuando sabe que su amiga Nicola va a ir a su ciudad para recibir un tratamiento alternativo para su cáncer. Amigas desde la universidad, aunque habían perdido el contacto, Helen no puede evitar recordar lo que significó su amiga en su vida y toma la decisión de acogerla en casa mientras dure el tratamiento.
La historia es el avance de la enfermedad, el desconocimiento de Helen del tratamiento que recibe Nicola, la constatación de ser una tomadura de pelo, las discusiones sobre la vida y la muerte, sobre el dolor, la pérdida, la paz al aceptarlo, el miedo de desaparecer, el ardor de la defensa de la medicina convencional frente a tratamientos alternativos, más o menos serios.
Una historia que se da entre dos personas alejadas en el tiempo pero que en pasado fueron muy importantes la una para la otra y que ahora, con el paso del tiempo y de sus distintas vitalidades, intentan acercarse y comprenderse mútuamente aunque no sea un camino fácil y por le camino corran el riesgo de perderse para siempre.
Para mi gusto podría haber llevado la historia un punto más allá todavía y no quedarse a medio camino como tuve la sensación que había ocurrido con los dos personajes protagonistas de esta tierna historia.
Uf, yo lloré con este libro lo que ni se sabe. Pero es que era un momento delicado, eso también es verdad. Me gustará volver a leerla algún día, ya en un momento mejor, porque en verdad me pareció muy preciso en la descripción de sentimientos que se plantean en una situación como la planteada.
ResponderEliminarGracias y buen fin de semana